La huelga general que se llevará a cabo el próximo 8 de noviembre en Cataluña, convocada por la Intersindical-CSC, tampoco convence a los sindicatos mayoritarios. CCOO y UGT ya dejaron en las estacada a CGT y el sindicato independentista IAC en las respectivas huelgas generales convocadas a partir del 3 de octubre –solo secundaron el llamado paro de país, una movilización contra las cargas policiales del 1-O–. Ahora lo han vuelto a hacer, pese a que las protestas se dirigen contra la encarcelación de parte de miembros de la excúpula de la Generalitat, entre los que se encuentra la líder ugetista de Girona Dolors Bassa.
En el caso de CCOO no ha habido dudas. Fuentes del sindicato ya avanzaban el pasado viernes que no iban a estar en una huelga general puesto que la protesta era política. Este mismo lunes, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, aseguraba que las centrales no quieren “ser actores en el conflicto”, informa Europa Press.
Sin embargo, del lado de UGT, con otras implicaciones por la sensibilidad despertada a raíz de la detención de Bassa, las dudas no se han despejado hasta que la delegación catalana del sindicato, reunida hasta la última hora del lunes, ha votado finalmente que no apoyará la huelga.
Más aún, la votación ha coincidido con la celebración de un acto para pedir la libertad de Bassa en Girona, en el que el responsable de UGT en Cataluña, Camil Ros, ha dicho que sus afiliados pueden hacer “lo que esté de acuerdo con sus principios políticos”, pero que “es más una huelga política que laboral”.
Antes, su secretario general a nivel nacional, Pepe Álvarez, había dejado claro que un conflicto político así “no forma parte de las razones por las que los trabajadores se han afiliado al sindicato”. “Hay incomodidad cuando se intenta convertir un conflicto político en uno de carácter laboral”, ha llegado a decir.

Pimec y la Taula per la Democràcia también se descuelgan

Pero no son los únicos apoyos que se quedan por el camino. La Taula per la Demoràcia, entidad de la que forman parte, no solo CC.OO. y UGT,  sino también las patronales de pequeñas y medianas empresas Pimec y Cecot entre más de 40 entidades sociales y civiles, ha decidido no sumarse a la huelga general.
Sí ha dado su apoyo el sindicato USTEC-STEs, mayoritario entre los docentes, mientras que CGT ha dejado a sus afiliados libertad para decidir si participan en el paro o no.

La patronal recurre la huelga

En medio de esta falta de apoyos de los grandes sindicatos, la huelga preparada por la Intesindical-CSC está en entredicho por el recurso que la patronal Fomento del Trabajo ha presentado este lunes ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que lo ha admitido a trámite, para declararla ilegal.
La patronal catalana ha solicitado medidas cautelares previas a la interposición de la demanda con el objetivo de paralizar la huelga, así como la declaración de responsabilidad por daños y perjuicios que pudieran derivarse como consecuencia de su celebración.
En un comunicado la semana pasada, Fomento del Trabajo aseguró que “la razón principal para presentar esta demanda se refiere a que la huelga está convocada por motivos extra laborales”, y remarcó que la redacción de la convocatoria procura ocultar los motivos políticos que sí incluyeron en dos convocatorias anteriores.
En este sentido, los motivos laborales que se justifican en la convocatoria son, a ojos de los empresarios, “absolutamente genéricos y descontextualizados” si se observan los antecedentes.