10 junio, 2020
Quitar de encima las rodillas de la opresión
| Por
César Pérez
Durante los funerales de George Floyd, otra víctima mortal del racismo y de la criminal brutalidad de la policía norteamericana, el reverendo Al Sharptons, haciendo galas de la efectiva oratoria de los predicadores de las iglesias protestantes negras norteamericanas, pronunció un penetrante discurso de condena a tan horrendo asesinato y sobre el significado del racismo en ese país y en el mundo. Un discurso inteligente, donde puso en evidencia que la rodilla del policía sobre el cuello de Floyd, hasta asfixiarlo, es la que durante 401 años han oprimido a los negros norteamericanos, a pesar del éxito de muchos, y la que tienen en sus cuellos los explotados del mundo, sean estos negros, blancos o de cualquier etnia.
Fue, el de Sharptons, el típico discurso pedagógico y brillante de la generalidad de los predicadores protestantes negros: de condena a la situación de discriminación en que ha discurrido la vida de su grey, pero clamando justicia para todos los oprimidos. Un llamado a la justicia y la ruptura de la opresión política, social y económica que limita el pleno desarrollo de miles de millones de personas en todo el mundo. La arrogancia del policía asesino, la saña con que asfixió a un indefenso ciudadano, no es más que la reiteración de una conducta criminal sólo posible si quien comete ese tipo de acto se siente protegido por un sistema cuyos poderes se asientan en terror, para sembrar miedo y silencio.
Contra ese miedo que paraliza y desmoviliza, ha luchado la comunidad negra norteamericana durante 400 años, obteniendo conquistas en todos los órdenes y demostrando que sólo a través de la lucha contra la opresión en todos los espacios se puede lograr el reconocimiento del derecho al disfrute de la libertad política y social, además al acceso a los bienes materiales que en diversas modalidades produce en trabajo. Es la esencia del mensaje del reverendo Sharptons y por esa perspectiva de plantear el problema es que, en todo el mundo, blancos, negros y las etnias excluidas se han sumado a las protestas, no sólo contra la reiteración de la violencia policial en los EEUU, sino contra las exclusiones sociales y el uso del miedo como arma política.
En nuestro país, el PLD y sus gobiernos han sido reiterativos en el uso del miedo como recurso político, fundamentalmente de campaña electoral y, sin rubor ni pudor, lo está usando en la presente coyuntura política y de pandemia. Falsea datos sobre el comportamiento del covid-19 para tratar de continuar un estado de emergencia, con la aviesa finalidad de mantener la oposición fuera de los espacios donde se hace la política y para tratar de que estos los ocupe su candidato presidencial. De esa manera, mantener su rodilla sobre el cuello de este pueblo, negarles derechos fundamentales y seguir engrosando las arcas de los principales dirigentes y allegados de la corporación PLD/gobierno.
El discurso/sermón del reverendo Sharptons, que también hace justa referencia al papel de la mujer/madre como último refugio del desvalido, es un llamado a la lucha contra esa rodilla sobre el cuello que asfixia a éste y otros países, donde los poderes, formales y fácticos, saquean, corrompen, mantienen la inequidad social y política/electoral, impiden el pleno ejercicio de la libertad de opciones personales y colectivas. La lucha por esos derechos es el significado de las manifestaciones que se desarrollan en el mundo.
https://hoy.com.do/quitar-de-encima-las-rodillas-de-la-opresion/
SERVICIO DE NOTICIAS en favor de la democracia participativa, el desarrollo humano, la paz, el medio ambiente y la cultura.- Santo Domingo, República Dominicana / Luis ORLANDO DIAZ Vólquez - OPINIÓN, NOTICIAS Y COMENTARIOS. Haciendo de la lucha contra la pobreza un apostolado templario./ email: guasabara.editor@gmail.com - http://www.facebook.com/GuasabaraLUISorlandoDIAZ - @GUASABARAeditor
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