El BCE asfixia a Grecia con la vista puesta en Podemos
Los mercados griegos se enfrentan a una jornada de grandes números rojos.
Enrique Utrera
jueves, 05/02/15 - 13:29
- Grecia es importante porque lo que está en juego es la propia credibilidad de la zona euro, pero la pieza que preocupa de verdad es España.
- La encuesta del CIS que sitúa a Podemos como segunda fuerza política endurece aún más la posición de Bruselas.
"El auge de partidos radicales en Europea, como Podemos en España, no deja mucho margen a los políticos europeos para ser indulgentes con las exigencias griegas". Palabra de los analistas de Barclays, que aunque no pierden la esperanza de que Bruselas y Syriza alcancen un acuerdo aseguran que la salida de Grecia del euro es ahora más factible que en 2012.
La encuesta de CIS que ha constatado que Podemos ya es la segunda fuerza política del país (con un 23,9% en estimación de voto) desbancando al PSOE y la más votada según el voto directo, se ha colado en las negociaciones entre el gobierno heleno y la UE sobre la ingente deuda del país. Bruselas y el Banco Central Europeo (BCE) no quieren hacer grandes concesiones a Grecia, convencidos de que sólo servirían para dar alas a los partidos denominados despectivamente como populistas. Y ninguno preocupa más que Podemos.
Las instituciones europeas temen que la formación que lidera Pablo Iglesias siga creciendo en un país como España al que considera el mejor ejemplo de cómo las reformas estructurales funcionan (nuestro país ya está creciendo a ritmos del 2% y la Comisión Europea prevé que lo hará un 2,3% en 2015, un punto porcentual por encima de la Eurozona) y están dando la vuelta a una economía que hace apenas dos años estaba al borde del abismo.
Aunque las cifras de paro siguen en niveles inaceptables (subió en 77.980 personas en enero) y los casos de corrupción se extienden por los cuatro puntos cardinales, España no para de recibir felicitaciones por su política económica. “Han sucedido cosas buenas en España”, señalaba hace apenas 15 días el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, que al mismo tiempo mostró su preocupación por el ascenso de “los populismos, algo que nos debe preocupar”, en clara referencia a Podemos.
A la vista de los acontecimientos, (con Berlín a la cabeza) la UE ha puesto unas líneas rojas que no se pueden cruzar: no habrá quita de los 320.000 millones de euros de deuda y Grecia seguirá aplicando severas medidas de austeridad que le permitan recuperar la confianza de los mercados.Máxima presión por lo tanto para Syriza, que ve como el BCE dejará de aceptar el próximo miércoles la deuda de los bancos griegos como garantía para conseguir liquidez.
Por lo tanto, que la banca helena siga operativa depende del mecanismo de liquidez de emergencia (ELA) del BCE, que tiene la última palabra para autorizar que un banco central de un estado miembro surta de liquidez a su sistema financiero. “La clave para la permanencia de Grecia en el euro la tiene, en la práctica, el BCE porque si los bancos se quedan sin liquidez necesitarán acudir al ELA y, en el hipotético caso de que el BCE se la negase, el banco central griego tendría que emitir su propia moneda (¿dracma?) para atender a los bancos, lo que automáticamente forzaría su salida del euro”, asegura Bankinter.
No obstante, y como la inmensa mayoría, el banco español no cree que este escenario apocalíptico vaya a producirse. Pero para que su banca sobreviva con la ayuda del ELA, el gobierno griego tendrá que negociar. La medida del BCE es un aviso a navegantes, muy especialmente a Podemos. Las instituciones no están dispuestas a tolerar posturas inflexibles que pasen por modificar las líneas maestras de las políticas impuestas por Bruselas desde que empezó la crisis. Cualquier concesión de calado sería dar alas a Podemos y al resto de partidos que navegan en la misma dirección.
“La dureza de Europa trata de moderar el discurso de los populistas.Bruselas o el BCE no pueden frenar su ascenso, pero sí pueden demostrar a Tsipras o Iglesias que pueden poner contra la pared a sus mercados (la prima de riesgo helena supera ya los 1.000 puntos y la bolsa cae con las cotizaciones de los bancos desplomándose un 20%- y su sistema financiero con unas pocas decisiones. Grecia es importante porque lo que está en juego es la propia credibilidad de la zona euro, pero la pieza que preocupa de verdad es España”, aseguran en fuentes financieras.
En un año cargado de citas electorales en Europa, Bruselas no está dispuesta a ofrecer signo alguno de debilidad. Y juega con la ventaja de que los mercados ya han descontado sin apenas desperfectos que los plazos de devolución de la deuda griega se van a alargar muchos años y que habrá una fuerte reducción de los intereses que paga hoy.
Será un proceso largo, a nueve meses de las elecciones generales de noviembre en España, cuando será el momento de corroborar el asalto al poder de Podemos, que no se presenta a las elecciones locales de mayo.
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