Democracia presupuestal
Por Félix Santana García
Es extraño, antidemocrático, misterioso, politiquero, mañoso, mal intencionado y atrasado el hecho de que se elabore el presupuesto general de una nación y no se informe ni se dé participación a quienes contribuyen con los fondos o recursos financieros que le sirven de soporte o fundamento al mismo.
No es un secreto que el primer presupuesto que se elabora en una institución privada es el presupuesto de ingresos por ventas de bienes y servicios que este produce o vende, mientras el presupuesto público se sustenta de los fondos financieros recaudados de los contribuyentes, donaciones, prestamos, transferencias, entre otros.
Partiendo de lo anterior y a sabiendas de que modernamente los presupuestos de cualquier sector al formularse y ejecutarse, deben ser compartidos con las distintas áreas de responsabilidad, agentes económicos y público en general que en ellos inciden, de lo contrario sus resultados estarán alejados de la realidad.
Un presupuesto no debe formularse ni ejecutarse de forma clandestina por el contrario debe consensuarse de forma democrática a los fines de que todo aquel que tiene que ver con el mismo se sienta coparticipe de los objetivos, metas, misión, visión y estrategias a seguir para la consecución de los mismos.
Lo anterior viene a colación por el hecho que cada año la administración gubernamental del Partido de Liberación Dominicana (PLD) una vez formula el presupuesto que le servirá de base financiera al desarrollo de sus programas de gobierno lo manejan de manera oculta o como si se tratara de un secreto de Estado y no como un pieza o herramienta de desarrollo que debe conocer el pueblo que contribuye a que este se ejecute.
El pasado miércoles 23 de septiembre del año que discurre el Consejo de Ministros del gobierno del PLD que preside el Lic. Danilo Medina Sánchez aprobó el anteproyecto de Ley de Presupuesto General del Estado para el año 2016, ascendente a RD$663,558 millones.
Dicha cifra refleja un aumento de RD$32,624 millones o el equivalente al 5.2% con relación al presupuesto del presente año 2015 ascendente a RD$630,934 millones.
Las esperanzas de aumento salarial para la policía, militares, médicos y los demás empleados publicos, quedaron truncadas, y a pesar de que el gobernador del Banco Central de la Republica Dominicana ha expresado en varias ocasiones que el crecimiento económico que cada año experimenta el país debe socializarse a través de un aumento de sueldos y salarios.
Esto así para disminuir la pobreza, la exclusión social, robos, asaltos e inseguridad que padece la nación dominicana y con el propósito de que se incremente la producción y por ende las ventas de bienes y servicios.
Hasta ahora, del Presupuesto General del Estado año 2016 solo se conocen algunas informaciones sueltas a pesar de que conforme declaraciones de los incumbentes del Ministerio de Hacienda y la Dirección General de Presupuesto dicho anteproyecto de ley será depositado en el Congreso Nacional el próximo primero (1ero) de octubre del presente año con lo que cumpliría con la constitución y la Ley Orgánica de Presupuesto Público No. 423-06.
Comentarios, críticas y demás opiniones respecto a dicho presupuesto son puras especulaciones ya que las autoridades de turno no han dejado otra alternativa a economistas, financistas, agentes económicos, oposición política y público en general, realizar tales conjeturas.
Sobre el Presupuesto General del Estado año 2016 se comenta que el Gobierno mantendrá la misma política de déficit y de endeudamiento que las anteriores administraciones de los gobiernos del PLD.
En tal sentido, se informa que dicho presupuesto tendrá un déficit del orden del 2.3% del Producto Interno Bruto (PIB) o el equivalente aproximado a los RD$75,894 millones, resultado de ingresos estimados por RD$490,298 millones y gastos por el orden de los RD$ 566,192 millones a ser cubiertos con nuevos préstamos ascendentes a unos US$1,608 millones que se convertirán en más impuestos.
Se colige de ser así que el presupuesto del próximo año será poco novedoso ya que no refleja cambios en la política fiscal debido a que no habrá variación en el aspecto tributario ni mucho menos en el gasto del gobierno.
Ya se habla de que será un presupuesto que requerirá de mayores endeudamientos debido a que el mismo estará sustentado sobre las mismas fuentes de ingresos existentes los cuales no ofrecen incremento en este aspecto.
Se conjetura que el Ministerio de Medio Ambiente se le disminuyó su partida ya que para el 2015 se le asignaron RD$5,961.1 millones y para el 2016 se contempla asignar a dicha institución la suma de RD$5,683.9 millones.
Para el Ministerio de la Presidencia se contempla un aumento de un 4.8% al pasar de RD$46,123.5 millones en 2015 a RD$48,345.2 millones de donde se podría especular que saldrían muchos recursos para apoyar la reelección presidencial del primer mandatario de la nación.
Se dice que la Procuraduría General de la República será una de las instituciones que más fondos recibiría ya que a la misma se le asignó la suma de RD$3,821.2 millones para el 2015 y para el 2016 tendrá la suma de RD$4,422.2 millones para un aumento de 15.7%, a manera de subterfugio también para el apoyo de las actividades reeleccionistas del presidente.
Luego le siguen el Ministerio de Cultura con un incremento de 13.5% al pasar de RD$1,930.5 millones en 2015 a RD$2,190.4 millones para el 2016. El Ministerio de Obras Públicas al cual se le incrementó la partida presupuestal en 13.4% al pasar de RD$24,891.5 millones en 2015 a RD$28,218.4 millones para el 2016.
Todo lo anterior se asume que son incrementos que servirán de apoyo a las actividades reeleccionistas del señor Presidente Danilo Medina Sánchez para los escrutinios del 15 de mayo 2016, ya que no se conocen oficialmente en detalles las partidas que conforman el indicado presupuesto, empero ser un presupuesto del sector público que debe ser del dominio público, adoleciendo el mismo de democracia presupuestal.
De forma tal que: “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre victimas de sus maquinaciones” (Juan Pablo Duarte, 1844).