MARIO RIVADULLA 25 MAY 2017
A ese efecto, David Collado ha acordado con las juntas de vecinos y otras instituciones de carácter comunitario y social, un programa para despejar la aceras del sector que, al presente, están invadidas por todo género de negocios improvisados y ocupantes ilegales.
Pero atención. No va a ser una labor exclusiva de la Alcaldía.
Esta aportará los fondos necesarios para la reparación y reconstrucción de las calles, aceras y contenes, así como la limpieza de los imbornales, el drenaje pluvial y otros servicios.
Los comunitarios, por su parte, deberán asumir el compromiso de convertirse en custodios de las vías rescatadas como espacios reservados al tránsito peatonal, sin que vuelvan a ser ocupadas de manera arbitraria e ilegal para el comercio ambulante y otros usos inapropiados.
Tendrán, asimismo, que velar porque no se arrojen basura ni desperdicios en las vías públicas y mantener limpios los desagües para evitar el acumulo de agua en tiempos de lluvia.
Es, por consiguiente, una tarea y un esfuerzo compartido, donde junto a la responsabilidad de la autoridad municipal correrá pareja la de los vecinos en mantener limpio y ordenado su hábitat en su propio beneficio.
El tema y el consiguiente programa de trabajo a desarrollar en María Auxiliadora es mucho más importante de lo que a simple vista pudiera parecer. Lo cierto es que uno de los tantos problemas que han contribuido a restarle prestancia a la capital y a degradar la calidad de vida entre los habitantes del Distrito, ha sido el de la ocupación de las vías peatonales.
Vehículos parqueados encima de las aceras; tarantines y negocios de todo tipo ocupando todo o gran parte de las mismas; escombros y materiales de construcción amontonados en los lugares donde se levantan nuevas edificaciones; construcciones a cielo abierto contaminando los entornos vecinos y provocando todo género de enfermedades respiratorias; vertederos de basura y desperdicios dificultando o impidiendo el paso de los peatones han estado formando parte cada vez más frecuente del panorama urbano, sin que ninguna autoridad pusiera interés o se atreviera a enfrentar los intereses creados al amparo de esta situación de creciente desorden.
Collado está demostrando que está en disposición de hacerlo, del mismo modo que obligar a que patanas, camiones y vehículos pesados dejen de transitar por el malecón. Merece y requiere prestarle todo el apoyo necesario. No es solo tarea de la Alcaldía. Los habitantes de la capital tenemos que poner de nuestra parte para recuperar el derecho a disfrutar de una ciudad segura, limpia, reluciente y ordenada. Lo de María Auxiliadora es un buen ejemplo de necesaria y obligada imitación.
http://www.primicias.com.do/index.php/entertainment/6867-rescate-de-los-espacios-publicos
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MÁS DE Alcaldía DN, David Collado,
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