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| Panel conformado, de izquierda a derecha, por José Atizol de la Sociedad Ecológica del Cibao, SOECI, Luis Carvajal, de la Comisión Ambiental de la UASD, Luis Alejo Javier y María Antonia Taveras del Instituto Dominicano de Desarrollo Integral, IDDI, Heidy Lorenzo del Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente, INSAPROMA, y Enrique de León del Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático, CNLCC. |
Piden a la COP 30 declarar la Amazonía región excluida de fósiles y prohibir en el Caribe la apertura de nuevos pozos de hidrocarburos
Domingo, 16 de noviembre de 2025 | Santo Domingo, D.N.
El Foro Socioambiental Cambio Climático, 2025, celebrado el pasado miércoles, 12 de noviembre, se dirigió a la Cumbre Mundial del Clima, COP 30, mediante manifiesto emitido por las organizaciones sociales y ambientales de la República Dominicana, para solicitar que la Amazonía sea declarada región excluida de los fósiles y que en el Caribe se prohíba la apertura de nuevos pozos de hidrocarburos, especialmente en aguas profundas.
El evento al que acudieron dirigentes y activistas sociales y ambientales del Gran Santo Domingo, de la región sur, este y del Cibao, proclamó el manifiesto denominado la brecha climática dominicana: de la promesa a la acción, un llamado urgente a la coherencia.
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Heidy Lorenzo del Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente, INSAPROMA |
Entre las organizaciones que participaron en el Foro Socioambiental Cambio Climático, 2025, figuran el Consorcio Ambiental Dominicano, CAD, la Sociedad Ecológica del Cibao, SOECI, la Coalición en Defensa de la Salud y el Medio Ambiente de la provincia Peravia, la Coalición Ambiental del Este, Eco Jóvenes de San Pedro de Macorís, el Instituto Dominicano de Desarrollo Integral, IDDI, la Fundación de Campesinos Hacia el Progreso de la provincia Monseñor Nouel, Justicia Climática RD, la Coalición Enriquillo y la Asociación Dominicana de Profesores, ADP.
También el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente, INSAPROMA, Unidos Somos Más Fuertes, el Observatorio Nacional de Protección al Consumidor, ONPRECO, RD100% Renovable, Coalición Río Higüamo, la Comisión Ambiental de la UASD, el Colegio Dominicano de Ingenieros y Arquitectos y Agrimensores, CODIA, el Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático, CNLCC, y muchas otras entidades.
En el manifiesto las organizaciones sociales y ambientales del país exigen a la COP 30, garantizar que el Norte Global cumpla con su obligación de aportar los recursos para que el Sur Global pueda enfrentar las catástrofes que provocan los efectos extremos del cambio climático, y para que esta parte del planeta adapte la vida, la cultura y los sistemas productivos a las nuevas condiciones del clima.
Igualmente, el manifiesto se une a las voces que se han levantado en todo el mundo para que el Caribe y América Latina continúe siendo una zona de paz y de vida, libre de armas nucleares.
“En consecuencia que se exija el inmediato retiro de la Armada de los EUA de las aguas del Caribe que amenaza la soberanía de las naciones de esta región, así como condenar las ejecuciones extrajudiciales que está realizando el Gobierno de EUA contra supuestos o reales narcoterroristas en el Caribe y en otros lugares, por ser violatorias a los derechos humanos y al derecho internacional”, afirmó.
Diagnóstico y propuestas
El manifiesto considera que la inconsistencia de las autoridades impide fortalecer la capacidad de la naturaleza para enfrentar los efectos del cambio climático, sino que por el contrario, disminuye sistemáticamente esta capacidad.
El documento identifica estas inconsistencias en primer lugar en una matriz energética que apuesta por los fósiles, en la degradación del ecosistema y en la urbanización de alto riesgo, y en la brecha entre planificación y el presupuesto nacional.
Plantea que una grave inconsistencia es la aplicación de una economía extractivista en el país, con una megaminería insostenible para una plataforma insular como la nuestra, un turismo por lo general depredador y la expansión de una agroproducción destinada a la exportación que amenaza las aéreas protegidas.
Siete propuestas
El Foro Socioambiental Cambio Climático, 2025, mediante este manifiesto propone en primer lugar que las autoridades y la sociedad civil de forma conjunta deben establecer nuevas metas climáticas más ambiciosas, además de cumplir las existentes.
Propone la aplicación urgente de la Ley de ordenamiento territorial y que se respeten los usos de suelo, se prohíba de manera estricta la ocupación de áreas protegidas y zonas de riesgo, y se condicione el desarrollo urbano a la resiliencia climática.
“En este sentido, se debe disponer un plan nacional de reasentamiento de la población que reside en lugares de extremo peligro en zonas seguras que dispongan de viviendas dignas y de servicios básicos”, proclama.
Sugiere establecer un cronograma público y definitivo para el cierre de todas las plantas de carbón, la eliminación de las barcazas y de la generación a partir de fósiles. Reconocer el libre derecho de aprovechar el sol para generar energía y facilitar las condiciones legales y prácticas para ejercer este derecho.
Considera que es imprescindible que el Presupuesto Nacional sea alineado con el clima, asignando partidas suficientes y blindadas para la protección de cuencas, la restauración de ecosistemas críticos y la gestión de riesgos.
Se debe respaldar la acción ciudadana fortaleciendo y financiando las iniciativas de adaptación y vigilancia comunitaria, así como desarrollar un programa de educación ambiental y climática desde el nivel inicial hasta la educación media, sobre cuidado de los recursos naturales y del medio ambiente”, enfatizó.
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Vista general del público que asistió al Foro Socioambiental Cambio Climático, 2025, el miércoles pasado |
Cambio Climático: De la Promesa a la Acción, un Desafío Inaplazable
El Foro Socioambiental 2025 exige coherencia entre el discurso internacional y las políticas nacionales para enfrentar la crisis climática.
En República Dominicana, el discurso oficial sobre cambio climático se viste de compromisos y promesas en escenarios globales, pero la realidad interna cuenta otra historia. El reciente Foro Socioambiental Cambio Climático 2025, celebrado en Santo Domingo, ha puesto en evidencia una brecha alarmante entre lo que se proclama y lo que se ejecuta.
El manifiesto titulado “La brecha climática dominicana: de la promesa a la acción” denuncia la persistencia de políticas que socavan la resiliencia de nuestros ecosistemas. Mientras se habla de sostenibilidad, la matriz energética sigue anclada en combustibles fósiles, con plantas de carbón y barcazas contaminantes que contradicen cualquier compromiso serio de descarbonización. A esto se suma la degradación de humedales, la ocupación de áreas protegidas y una urbanización que ignora los mapas de riesgo, multiplicando la vulnerabilidad ante fenómenos extremos.
El documento no se limita a señalar inconsistencias; propone soluciones concretas: transición energética justa y democrática, aplicación vinculante de la Ley de Ordenamiento Territorial, presupuesto alineado con el clima, protección de cuencas y educación ambiental desde la base. Son medidas impostergables si queremos garantizar la seguridad hídrica, la resiliencia comunitaria y la credibilidad internacional del país.
El llamado a la COP30 para declarar la Amazonía región excluida de fósiles y prohibir nuevos pozos de hidrocarburos en el Caribe es más que una demanda ambiental: es una exigencia ética y estratégica. No podemos permitir que la región se convierta en la última frontera de la industria extractiva mientras el planeta clama por soluciones.
La República Dominicana no puede seguir jugando al doble discurso. La acción climática no es opcional; es la única vía para asegurar paz, vida y futuro en el Caribe. El tiempo de las excusas terminó. La sociedad dominicana exige coherencia, presupuesto y voluntad política. Porque frente al cambio climático, la inacción no es neutral: es complicidad.
Cita destacada para impresión:
“La acción climática no es opcional; es la única vía para asegurar paz, vida y futuro en el Caribe.”
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A: La
Opinión Pública Nacional
Al Gobierno Dominicano
A los Delegados de la COP30
De: Coalición de Organizaciones Ambientales y
Climáticas de la República Dominicana
LA
BRECHA CLIMÁTICA DOMINICANA: DE LA PROMESA A LA ACCIÓN. UN LLAMADO URGENTE A LA
COHERENCIA
En ocasión del inicio de la
30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Cliomático (COP30), las organizaciones de la sociedad civil
dominicana comprometidas con la sostenibilidad y la justicia climática,
elevamos nuestra voz para presentar un breve diagnóstico alternativo y una
serie de propuestas impostergables.
Observamos con preocupación
una creciente desconexión entre las disposiciones
legales y constitucionales y los compromisos internacionales que suscribe el
país y las políticas públicas que se ejecutan a nivel nacional. Mientras el
discurso oficial en foros internacionales llama a
la acción climática, en nuestro territorio persisten y se profundizan modelos
de desarrollo que incrementan nuestra vulnerabilidad y socavan la resiliencia
de nuestros ecosistemas.
Nuestra principal
responsabilidad como nación es fortalecer la capacidad de la naturaleza para
enfrentar los cambios climáticos. Sin embargo, esta capacidad está siendo
sistemáticamente disminuida.
Las
Inconsistencias de la Política Climática Nacional
Identificamos tres áreas
críticas donde la política pública dominicana contradice directamente los
objetivos climáticos declarados:
1. La Matriz Energética y
la Apuesta por los Combustibles Fósiles
La matriz energética de
República Dominicana sigue anclada en el pasado. A pesar de los avances en
energías renovables, la presencia de las plantas de carbón de Punta Catalina,
de Barahona Carbón y las ITABO I y II, y
la dependencia de barcazas que generan electricidad con combustibles
contaminantes en zonas vulnerables como Puerto Viejo (Azua) y el río Ozama
demuestran una falta de visión integral y un irrespeto al derecho
constitucional a un medio ambiente sano de la población.
Estas infraestructuras no solo perpetúan la emisión de gases de efecto
invernadero, sino que contradicen cualquier compromiso serio de
descarbonización, representando un pasivo económico y ambiental para la nación.
2. Degradación Ecosistémica
y Urbanización de Alto Riesgo
La resiliencia climática
depende de ecosistemas sanos. No obstante, asistimos a:
- Destrucción de Humedales: El relleno sistemático de humedales y
manglares para desarrollos turísticos e inmobiliarios elimina la primera
línea de defensa natural del país contra inundaciones y huracanes.
- Ocupación de Áreas Protegidas: La tolerancia y, en ocasiones, la promoción
de actividades agrícolas, ganaderas y urbanísticas dentro de los límites
de nuestras áreas protegidas debilita el patrimonio natural que garantiza
nuestra seguridad hídrica y climática.
- Urbanización Descontrolada: Un patrón de ocupación del suelo que ignora
los mapas de riesgo. Se permite la construcción en zonas de alta
inundación y se interrumpen los drenajes naturales, multiplicando el riesgo
estructural para miles de familias ante eventos climáticos, en lugar de
reducirlo.
La resiliencia climática se
socava al priorizar modelos económicos que contradicen la protección declarada
de los recursos naturales:
- Presión sobre el Territorio: La expansión de la megaminería metálica
y un modelo depredador de turismo que ocupa espacios de alta
vulnerabilidad (costas, humedales) son tratados como "pilares"
económicos. Esta ocupación entra en conflicto directo con la cogestión y
protección efectiva de las áreas protegidas y la seguridad hídrica.
- Crisis de Gobernanza del Agua: A pesar de los planes oficiales para proteger
el agua ante el cambio climático y la existencia de un "Compromiso
Nacional para el pacto por el agua", la gobernanza del agua
sigue siendo un desafío crítico. La falta de una gestión integrada afecta
la salud pública y el desarrollo, aumentando la vulnerabilidad general del
país.
3. La Brecha entre
Planificación y Presupuesto
Los documentos oficiales,
como la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) y los planes del
Ministerio de Medio Ambiente y del Consejo Nacional para el Cambio Climático, a
menudo señalan los problemas correctos. Sin embargo, el análisis del
Presupuesto General del Estado revela una asignación de recursos insuficiente y
desarticulada.
Las denuncias del
movimiento ambiental, incluyendo el Comité de Lucha contra el Cambio Climático,
CNLCC, y los análisis de las academias, han sido claros: sin un soporte
presupuestario real, las estrategias de adaptación y mitigación son letra
muerta.
Propuestas
Inmediatas para la Coherencia Climática
La sociedad dominicana
exige acciones concretas. Este documento alternativo no busca solo denunciar,
sino proponer un camino claro. Instamos al Estado a adoptar una planificación
que sea estratégica, operativa, participativa y transparente, orientada a
resultados tangibles y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible:
- Metas climáticas más significativas y
ambiciosas: Además de cumplir las disposiciones
legales y constitucionales, y los compromisos internacionales, el Estado
junto con la sociedad civil deben formular metas climáticas que sean
realmente eficientes. La reducción de las emisiones de carbono y la
sustitución de los fósiles por energías renovables para la generación de
electricidad y el transporte debe expresarse en porcentajes que reflejen
la determinación de la Nación de reducir las causas del cambio climático y adaptar la
vida y el sistema productivo a las nuevas condiciones del clima.
- Ordenamiento Territorial Vinculante: Aplicar con urgencia la Ley de Ordenamiento
Territorial y que se que respeten los usos de suelo, se prohíba de manera
estricta la ocupación de áreas protegidas y zonas de riesgo, y se
condicione el desarrollo urbano a la resiliencia climática. En este
sentido, se debe disponer un plan nacional de reasentamiento de la
población que reside en lugares de extremo peligro en zonas seguras que
dispongan de viviendas dignas y de servicios básicos.
- Transición Energética Real, Justa y
Democrática: Establecer un
cronograma público y definitivo para el cierre de las plantas de carbón,
la eliminación de las barcazas y de la generación a partir de combustibles
fósiles. Reconocer el libre derecho de aprovechar el Sol para generar
energía y facilitar las condiciones legales y prácticas para ejercer este
derecho. Los recursos públicos deben reorientarse decididamente hacia la
generación renovable, la eficiencia energética y la democratización de la
energía.
- Presupuesto Alineado con el Clima: Garantizar que el Presupuesto Nacional asigne
partidas suficientes y blindadas para la protección de cuencas, la
restauración de ecosistemas críticos (humedales y bosques) y la gestión
integral de riesgos.
- Agua como Eje de Seguridad Nacional: Implementar una gestión de cuencas
hidrográficas que detenga la deforestación, proteja las fuentes de agua,
garantice el drenaje natural de las ciudades para disminuir el impacto de
inundaciones y garantice el caudal ecológico mínimo para los ecosistemas.
- Respaldo a la Acción Ciudadana: Fortalecer y financiar las iniciativas de
adaptación y vigilancia comunitaria, reconociendo que la sociedad civil es
un actor indispensable para lograr los objetivos climáticos.
- Educación ambiental y climática: Poner en práctica un programa de educación
ambiental y climática desde el nivel inicial hasta la educación media, que
cree la conciencia y suministre los conocimientos para forjar una
ciudadanía resiliente y plenamente responsable del cuidado de los recursos
naturales y del medio ambiente.
La sociedad dominicana está
atenta. No aceptamos que los intereses particulares, la gobernanza deficiente o
la inacción sean la excusa para el fracaso en la modificación del uso y
explotación de nuestros recursos y el consecuente abandono de los objetivos y
compromisos climáticos.
El país no puede permitirse
un doble discurso. La credibilidad de la República Dominicana en la COP30 y,
más importante aún, la seguridad de su población, dependen de la capacidad del
gobierno para cerrar la brecha entre lo que se promete y se compromete y lo que
se hace.
Exigimos coherencia,
presupuesto, voluntad política y acciones inmediatas.
Por último, desde nuestra
condición de pequeño Estado insular del Caribe, llamamos a la 30º Conferencia
de las Partes dse la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP 30, a que garantice
que el Norte Global cumpla con su obligacion de aportar los recursos
suficientes para que el Sur Global pueda enfrentar las catástrofes que provocan
los efectos extremos del cambio climático, y para que adapte la vida, la
cultura y los sistemas productivos a las nuevas condiciones del clima.
Nos unimos a todos aquellos
que demandan que La Amazonía
sea zona de exclusión de exploración y explotación de fósiles, y que se declare
una moratoría que prohiba la apertura de nuevos pozos de hidrocarburos en el
Caribe, especialmente en aguas profundas.
Igualmente solicitamos que
este cónclave mundial se haga eco y magnifique el reclamo de que el Caribe y
América Latina continúen siendo zona de paz y vida, sin armas nucleares. En
consecuencia que se exija el inmediato retiro de la armada de EUA de las aguas
del Caribe que amenaza la soberanía de
las naciones de esta región, así como condenar las ejecuciones extrajudiciales que
está realizando el Gobierno de EUA contra supuestos o reales narcoterroristas
en el Caribe y en otros lugares, por ser violatorias a los derechos humanos y
al derecho internacional. Necesitamos paz para que todos los pueblos del
planeta unidos enfrenten el cambio climático que es la principal amenaza contra
la supervivencia de la humanidad.
12 de
noviembre de 2025,
Hotel
Barceló Santo Domingo,
Santo
Domingo, D.N., República
Dominicana.