A pesar de dominar las aulas universitarias con más de un 60%, la mujer participa con grandes desventajas en el mercado laboral dominicano. Las cifras del Banco Central (BC) arrojan que de una población de 7,525,557 en edad de trabajar en el cuarto trimestre de 2017, el sexo femenino representaba el 51.6% (3,882,394), de las que el 51% (1,977,818) estaban inactivas.
Con 3,643,163 (48.4%) de la población en edad de trabajar, los hombres tenían inactivos solo un 24% (877,425), según las cifras del BC sobre el mercado laboral.
La fuerza de trabajo estaba integrada por 2,765,738 hombres, de los que 2,666,649 y 99,089 (3.6%) desocupados.
En el caso de la mujer, la fuerza de trabajo era de 1,904,576, de los que 1,765,263 (92.7%) estaban ocupadas y 139,314 (7.3%) desocupadas.
Como una paradoja, las últimas estadísticas de la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) arrojan que el renglón femenino aparece con un promedio de mejores salarios en ocho de once segmentos de edad.
La TSS recibía el pago de afiliación de 2,037,955 empleados formales, de los que 889,188 (43.6%) eran trabajadoras y 1,148,767 (56.4%) trabajadores.
Según la Tesorería, en los reportes que hacen las empresas al organismo la mujer solo aparece con menor salario promedio en las categorías de empleados con menos de 19 años de edad (RD$10,621.88 frente a RD$10,975.46 del hombre), entre 20 y 24 (RD$12,825.03 frente a RD$13,401.37) y en más de 65 (RD$15,368.56 frente a 18,300.07).
La economista Consuelo Cruz recuerda, sin embargo que los datos de la TSS solo se refieren a las mujeres que cotizan como empleadas en la seguridad social. “No incluyen a todas las mujeres que laboran. Si ve las diferencias salariales por sectores económicos en el sector informal el salario de las mujeres representan el 65% frente al de los hombres”, dice.
“Las mujeres tienen considerablemente menos posibilidades que los hombres de participar en el mercado de trabajo (es decir, de tener un empleo o de estar buscando un trabajo): en 2017, la tasa de actividad de las mujeres en la mano de obra (poco más del 49 por ciento) es casi 27 puntos porcentuales inferior a la de los hombres, y no se espera que aumente en 2018”, plantea un informe difundido el año pasado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“En 2017, las mujeres de los países emergentes padecen la mayor brecha respecto de las tasas de actividad (casi 31 puntos porcentuales), seguidas de las mujeres de los países desarrollados (poco más de 16 puntos porcentuales) y de las de los países en desarrollo (12 puntos porcentuales)”, afirma la OIT.
En las universidades e institutos superiores de República Dominicana, de 480,103 estudiantes registrados para 2015, el 64.4%, equivalente a 309,284 eran mujeres frente a 170,819 (35.6%) de hombres.
“Por cada estudiante del sexo masculino, hay aproximadamente 2 del sexo femenino, siendo la tasa de feminidad de aproximadamente del 181%”, asegura el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) en su último informe.
Pero los mismos centros de formación muestran desventajas laborales para la mujer. El MESCyT afirma que de 18,809 docentes universitarios, 57% eran del sexo masculino y 43% del femenino. “Llama la atención el hecho de que, mientras en la población estudiantil universitaria, prevalece el sexo femenino, sin embargo, el cuerpo docente está dominado por los hombres”, dice el informe.
La realidad cambiaba en cuanto al personal administrativo de las instituciones de educación superior. Para 2015 estaba constituido por 14,245 personas, de las cuales, el 53.3% representan al sexo femenino y 46.7% al masculino.
El Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (CEG-Intec) deploró esta semana que “la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral ha aumentado en las últimas décadas, pero aún registra desigualdades respecto a los hombres”. Recuerda que “al 2017, solo el 49.1% de las mujeres mayores de 15 años forman parte de la fuerza laboral, mientras en los hombres esta proporción se sitúa en 75.9%”.
Trabajadoras domésticas sin seguridad social
Entre octubre y diciembre de 2017 el Banco Central registraba 252,622 trabajadoras en el servicio doméstico de las que 235,294 (el 93%) eran mujeres y solo 6,962 eran empleadas formales con el beneficio de la seguridad social. Por el contrario, de 17,327 hombres en esa área del mercado de trabajo, 4,900 tenían seguridad social, equivalente a un 28%. El CEG-Intec señala que el ingreso laboral promedio mensual de la población femenina económicamente activa ocupada equivale al 83.8% del recibido por los hombres. También que el desempleo afecta en mayor proporción a las mujeres y a las personas jóvenes.
“Al 2017, la tasa de desempleo ampliado para las mujeres fue de 22.7% y en los hombres se estima en 10.7%”, dice.
Un análisis difundido en marzo de 2016 el CEG-Intec plantea, tomando datos del BC, que “a pesar de la creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral, todavía al 2015 apenas el 44.5 de cada 100 mujeres forman parte de la fuerza laboral, mientras en los hombres esta proporción sube a 74.5”. Resalta que “las mayores tasas de participación laboral se registraban en las mujeres comprendidas entre 20 y 39 años (69.2%), con mayores niveles educativos formales (73.6% nivel universitario y 52.5% en secundaria), mayores niveles de ingresos (52.5% y 59.8% en los quintiles 4 y 5).