SERVICIO DE NOTICIAS en favor de la democracia participativa, el desarrollo humano, la paz, el medio ambiente y la cultura.- Santo Domingo, República Dominicana / Luis ORLANDO DIAZ Vólquez - OPINIÓN, NOTICIAS Y COMENTARIOS. Haciendo de la lucha contra la pobreza un apostolado templario./ email: guasabara.editor@gmail.com - http://www.facebook.com/GuasabaraLUISorlandoDIAZ - @GUASABARAeditor
SANTO DOMINGO, República Dominicana-. La directora general de Contrataciones Públicas, Yokasta Guzmán, aseguró este lunes 27 de febrero que su institución inhabilitó de manera provisional el registro de proveedores de Odebrecht.
‘‘Ahora mismo ellos [Odebrecht] no pueden contratar más procesos con el Estado porque su registro de proveedores está suspendido’’, sostuvo.
Asimismo aseguró que ha apoyado a la Procuraduría General de la República y a la comisión designada por el mandatario para investigar el caso de sobornos a funcionarios dominicanos por parte de Odebrecht.
No obstante, la titular de Contrataciones Públicas dijo que esperará los resultados de toda la investigación –que se espera estén listos para mayo– antes de tomar una decisión ‘‘definitiva’’ que implicaría rescindir del contrato entre el Estado dominicano y la constructora brasileña.
‘‘La propia confesión de la empresa no es suficiente. Nunca se debe actuar a la ligera. Nosotros estamos tomando medidas precautorias, pero nosotros no actuamos de oído, tenemos que ver, y hasta ahora no tenemos ninguna información porque esa parte la está manejando la procuraduría’’, comentó Guzmán.
Reiteró que para tomar una decisión definitiva esperará a que se defina si se homologa –o no– el acuerdo económico suscrito entre el procurador de la República, Jean Alain Rodríguez, y el director de Odebrecht en el país, Marcelo Hofke, que contempla una indemnización para la República Dominicana por un valor de 184 millones de dólares. http://acento.com.do/2017/actualidad/8435206-yokasta/
Danilo Medina crea polémica en torno corrupción con sus puntos de vista sobre Odebrecht
Este acuerdo ha sido cuestionado por la oposición y diversos grupos sociales que integran el colectivo "Marcha Verde", y que la semana pasada entregaron en la Presidencia dominicana miles de firmas para exigir la creación de una comisión de fiscales independientes que, acompañados por la ONU, investiguen los sobornos pagados por Odebrecht.
Foto: Diana Peguero/Acento.com.do./La senadora Cristina Lizardo, el presidente Danilo Medina y el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez.
Santo Domingo, 28 feb (EFE).- El discurso de rendición de cuentas que pronunció el lunes el presidente dominicano, Danilo Medina, provocó hoy reacciones a favor y en contra, principalmente en el tema relacionado con la corrupción y la impunidad en el país.
Medina se pronunció este lunes por primera vez sobre los sobornos que la constructora brasileña Odebrecht reconoció haber pagado en la nación, y aseguró que en este caso no habrá espacio a la impunidad.
Ante la Asamblea Nacional, afirmó: “no existen vacas sagradas en este Gobierno y no existirán mientras yo sea el presidente de la República”, al tiempo, resaltó las acciones llevadas a cabo por el Ministerio Público y el hecho de que su país será el primero en conocer, en mayo, las informaciones del Ministerio Público de Brasil a este respecto.
Para la organización de la sociedad civil Participación Ciudadana (PC) el discurso de Medina, el primero de su segundo mandato, “no llenó las expectativas”, ya que, en su opinión, la sociedad esperaba el anuncio de acciones “contundentes” para combatir la corrupción y la impunidad.
Cuando Medina tocó este lunes dicho tema “parecía más un espectador y no un presidente de la República que tiene la facultad para cumplir y hacer las leyes, pues dijo que en su Gobierno no habían vacas sagradas, pero las tenía todas enfrente, y ha tolerado su ineficacia e ineficiencia durante cinco años y no ha hecho nada”, señaló en rueda de prensa la directora ejecutiva de PC, Rosalía Sosa.
Para el presidente del opositor Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Federico Antún, el discurso de Medina “fue un monólogo poco convincente”, mientras que para el presidente de Alianza País, Guillermo Morano, se trató de “reiteradas promesas”.
“El discurso de Danilo fue un monumento a la mentira y a la simulación. La realidad es muy diferente al paraíso terrenal que describió en la República Dominicana“, argumentó, por su lado, Vinicio Castillo Semán, de la Fuerza Nacional Progresista (FNP).
La alocución, sin embargo, fue bien acogida por el sector empresarial, que aseguró que “llenó todas las expectativas”, así como por organismos como la Alianza Dominicana Contra la Corrupción (Adocco), que hoy se mostró optimista ante “el compromiso” de Medina para enfrentar la corrupción y la impunidad.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM), el principal de la oposición, rechazó ayer mismo el discurso del mandatario y afirmó, además, que el acuerdo firmado por el Ministerio Público con la constructora brasileña Odebrecht no tiene base legal.
El Ministerio Público dominicano llegó a un acuerdo con la constructora brasileña, pendiente de la homologación por parte de un juez, en el que Odebrecht se comprometió a pagar 184 millones de dólares, el doble de la cantidad que admitió haber pagado en sobornos a funcionarios dominicanos para adjudicarse licitaciones de infraestructuras públicas entre 2001 y 2014.
Este acuerdo ha sido cuestionado por la oposición y diversos grupos sociales que integran el colectivo “Marcha Verde”, y que la semana pasada entregaron en la Presidencia dominicana miles de firmas para exigir la creación de una comisión de fiscales independientes que, acompañados por la ONU, investiguen los sobornos pagados por Odebrecht.
Medina, que estrenó su segundo mandato el 16 de agosto pasado tras lograr la reelección, dedicó una buena parte de su discurso a resaltar los logros de su gestión en el ámbito económico y social.
Así, destacó el crecimiento de un 6,6 % de la economía el año pasado y resaltó el aumento de un 10 % de las divisas ingresadas por turismo, que alcanzaron los 6.721 millones de dólares.
El presidente Medina también aseguró que, en los últimos cuatro años, 1.072.400 personas salieron de la pobreza y otras 480.692 han superado la pobreza extrema, mientras que su Gobierno ha creado más de 450.000 empleos en ese mismo período.
El mandatario dominicano también se refirió a la termoeléctrica Punta Catalina de un consorcio en el que participa Odebrecht y que se construye desde 2013 en el sur dominicano, y dijo que está a la espera de los resultados que emita una comisión de notables que nombró para que investigue todo lo relativo a esta licitación. EFE http://acento.com.do/2017/politica/8435625-danilo-medina-crea-polemica-torno-corrupcion-puntos-vista-odebrecht/
Nadie, en su sano juicio y con un mínimo de conocimiento de lo que son las “rendiciones” de cuentas de los presidentes de este país ante la Asamblea Nacional, esperaba del presidente Medina un discurso diferente del que este pronunciara el pasado 27 de febrero en términos de forma y contenido. Nadie esperaba que se refiriese de manera transparente a los aspectos cardinales de los escándalos de los sobornos Odebrecht para obtener contratos de obras del Estado, porque como lo definiera Leonel Fernández, usando una cita de José Martí, este “hombre (..) oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa”.
Medina no dijo lo que sabe y debió decir sobre las actuaciones dolosas de Odebrecht en este país, no se refirió a sus relaciones políticas y de negocios con Joao Santana, quien fuera su principal jefe de campaña electoral, según confesara el Presidente. No dijo hasta donde llegaban sus relaciones con ese personaje, que salió de aquí con una orden de captura de su país de origen, Brasil, donde guarda prisión por ser uno de los principales sobornadores de la referida empresa. Debió aclarar si sus relaciones con Santana se limitaban al tema de conducción de su campaña reeleccionista o si estas iban más allá, si llegaban hasta el cabildeo para obtener contratos como el de Punta Catalina, que como se dice, sucedió con el conocimiento y aprobación de Medina.
En este último punto, al Presidente se le salió el cobre y ejemplificando la carencia de transparencia en que han discurrido sus mandatos y cómo maneja los recurrentes casos de corrupción, dejó caer que si Punta Catalina, “se realizó de acuerdo a los más altos estándares, tal como me ha sido dicho” ysi las “firmas Internacionales actuaron, como se espera de ellas, con responsabilidad”, entonces las terminará. No cabe duda de que quienes se lo han dicho son sus comisionados, los más comprometidos con él; además de algunos consultores contratados para que falsean datos sobre esa obra, como hacen algunos buffet de abogados que redactan y venden sentencias. Al salírsele el cobre, Medina avanza parte esencial del informe que rendiría su Comisión investigadora de la corrupción denunciada en el proceso de construcción de la referida planta eléctrica.
En su discurso, el Presidente no se refirió a los casos de la venta del barrio Los Tres Brazos hecha por un subalterno y socio de su ministro de Relaciones Exteriores, ni a la disolución de la dirección del CEA, envuelta en varios escándalos de cuales uno de ellos ha dejado tres muertos en las últimas semanas. Sólo él sabe las razones políticas que les impiden decir lo que sabe sobre esos casos que abochornan al país e indignan a vastísimos sectores de la población, sólo él lo sabe, pero como de costumbre, no dice lo que piensa. Su discurso discurrió en la recurrente letanía de unas “realizaciones” basadas en la manipulación de los números e informaciones, concitando aplausos de sus congresistas en el hemiciclo y fuera, los vítores de gente transportada y pagada con pica pollo y papeletas. Fanfarria.
El acto de rendición de cuenta, como es de rigor, lo inaugura el presidente de la Asamblea, esta vez ha introducido el acto adelantando juicios sobre el tema de la Odebrecht y sobre la actitud de Presidente sobre el mismo y lo que este diría iría al respecto. Al iniciar su discurso, el Presidente anunció que se referiría al tema, por lo cual, desde el inicio se condicionó el auditorio y a los representantes y funcionarios del partido y del gobierno respectivamente, indicándole el papel que debían desempeñar: el de claque. Y es que la rendición de cuentas de los presidentes de la Republica ante la Asamblea Nacional ha perdido toda solemnidad, toda la seriedad que se quiere de esta instancia y las bancadas de congresistas del partido oficial de turno hacen de esos actos una manifestación política en medio del más grosero desparpajo.
El presidente Medina se asumió como el abanderado de una transparencia, de una honestidad y una independencia de la Justicia en su manejo de la cosa pública que es diariamente desmentida por los hechos. Basta recordar la batalla que dio el ex procurador y actual ministro de Medio Ambiente, Francisco Dominguez Brito en el tribunal que conoció el caso Félix Bautista, secretario general del PLD, para obtener una condena, cuando derrotado por el Estado, dijo “Lamentablemente, (….) nos pone a dudar en algunos casos como este de la imparcialidad de los miembros de la judicatura del más alto nivel”, y que “Con mucho dolor a mí no me merece la más mínima credibilidad la Suprema Corte de Justicia en este caso, no creo en su imparcialidad, no creo en su interés en la búsqueda de la verdad, y creo que han hecho un grave daño a la democracia de la República Dominicana”..
Si caen los verdaderos responsables de los casos de corrupción denunciados, como dijo el Medina en su discurso, sería el inicio del desmonte de la estructura de corrupción e impunidad en que se asienta su gobierno, de la cual él es su más conspicuo creador, algo que no es de esperarse. Esa estructura sólo la desmontaría la acción de masas sin tregua en las calles, unitaria y basada en propuestas creíbles y viables, no en consignas.
Es la única manera de impedir que el Presidente y su partido sigan haciendo lo que siempre se ha hecho. http://acento.com.do/2017/opinion/8435723-discurso-del-presidente-lo-siempre-ha-hecho/
César Pérez
Agora
Sociólogo, municipalista y profesor de sociología urbana. Autor de libros, ensayos y artículos en diversos medios nacionales y extranjeros sobre movimientos sociales, urbanismo, desarrollo y poder local. Miembro de varias instituciones nacionales y extranjeras, ex director del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y ex dirigente del desaparecido Partido Comunista Dominicano, PCD.
Danilo Medina había salido airoso, con repunte de su popularidad, en las cuatro ocasiones previas en que compareció ante la Asamblea Nacional a rendir cuentas como lo manda el artículo 114 constitucional, pero en esta ocasión no alcanzó los éxitos anteriores y la razón la anunció desde el mismo inicio de su discurso cuando señaló que se referiría al final sobre el tema obligado: “el denominado Caso Odebrecht”.
La estructura de sus discursos ante la Asamblea Nacional suelen ser muy parecidos, agotando en una primera parte el tema económico, incluyendo crecimiento del país y por sectores, índice de inflación, situación cambiaria, balanza de pagos, reservas monetarias, y en cada una de las oportunidades, incluyendo esta última, ha presentado buenas noticias al país. También es cierto que no tocó el tema de la calidad del gasto, del endeudamiento público, y del pacto fiscal, a pesar de que son temas que preocupan a la ciudadanía, pero por lo visto no tanto a los asesores del gobierno.
En esta ocasión, como en las anteriores, se refirió a los resultados del turismo, zonas francas, sistema financiero, generación de empleos, reducción de la pobreza, avances en la erradicación del analfabetismo, educación e hizo mayor énfasis en el salario, sistema de salud, registro de identidad, medio ambiente. También se refirió a La Barquita, visitas sorpresas, 911 y su próximo gran emprendimiento que transformará el barrio Domingo Sabio, que incluye a Los Guandules y La Ciénaga, que de tener el éxito que ha tenido La Barquita, será un logro más de su gobierno .
No podía faltar el listado de obras públicas terminadas y en proceso de avance que de tan larga le hizo perder la paciencia y pedirle al que manejaba el telepronter que acelerará el pase del texto. También tocó los temas que preocupan a la ciudadanía como seguridad ciudadana, el transporte público y el sistema eléctrico, y con este último se comenzó a meter en aguas profundas.
Al inicio de su discurso había aumentado las expectativas de la población al señalar que “existe un clamor popular por conocer, en profundidad, lo sucedido en el denominado Caso Odebrecht”. Y agregó que “hay un clamor por conocer la verdad y por castigar a los culpables”. El presidente Medina siempre ha dejado para el final los temas más importantes de sus discursos, aquellos con los que pretender cerrar con broche de oro sus discursos, como ocurrió con el caso Barrick en 2013, o con Bahía de Las Águilas en el 2016.
Cuando retomó el tema al final de su discurso, el presidente levantó aún más el entusiasmó cuando declaró: “Pueden creerme cuando les digo que yo escucho ese clamor. Y no solo lo escucho, sino que me siento ser parte de esa voces”. El presidente validó el movimiento verde Cero Impunidad cuando declaró que “Las masas silentes, conformistas y aletargadas, son el producto de gobiernos mediocres y autoritarios” e informó que esos movimientos les recuerdan sus años de lucha estudiantil, y son la prueba de que la sociedad está avanzando y tiene ahora un mayor nivel de conciencia social.
El discurso iba aumentando el entusiasmo de quienes le escuchábamos y llegó a un punto muy caliente cuando señaló “no voy a tratar de convencerlos con retórica, sino con hechos”. Y en vez llegar al punto de ebullición, comenzó a descender la temperatura cuando los hechos que mencionó fueron exclusivamente las actividades llevadas a cabo por la Procuraduría General de la República, que todos ya conocíamos por haber sido divulgados por esta última: solicitud de colaboración a Brasil y Estados Unidos, interrogatorios, colaboración de los funcionarios entregando información al ministerio público, compromiso de Odebrecht de pagar una multa de US$184 millones y de colaborar.
Al final el presidente no ofreció ninguna medida concreta, como hubiese sido ordenar auditorías a cada uno de los 17 contratos con la empresa brasileña a fin de determinar la cuantía de la sobrevaluación, o mover los mecanismos institucionales para dotar al ministerio público de más recursos para llevar a cabo esta investigación, o informar la rescisión de los contratos con Odebrecht cuidando de contratar a otra empresa que termine la obra.
El presidente acusó a “unos pocos” generadores de electricidad de estar detrás de una campaña que persigue que se pare la construcción de la planta de Punta Catalina, para seguir beneficiándose de la venta de energía cara al país. Es una pena que el presidente no identificara por sus nombres a los responsables de actuar de esa forma, pues lo que hizo fue inculpar a todos los que pertenecen al l sector. Punta Catalina debe concluirse a la mayor brevedad, pero debió haberse siquiera explorado terminarla con una empresa distinta a Odebrecht. Ahora tendremos que convivir con el ladrón en casa y confiarle la obra más importante del país. No me parece válida la comparación con Estados Unidos, Suiza y Brasil, pues en los dos primeros no sobrevaluó ni sobornó a nadie y en el último se trata del país de origen de la empresa, con una nómina de 168 mil empleados.
Tampoco se refirió el presidente a los casos de CORDE, CEA, INAPA, OISOE, INDHRI y tantos otros que han quedado opacados ante el caso Odebrecht. Y no dio respuesta directa a la petición, avalada por más de 314 mil firmas, de designación de fiscales independientes con apoyo técnico de la ONU para la investigación. Podía explicar que no le correspondía a él designar tales fiscales sino al Consejo Superior del Ministerio Público, y expresar su posición sobre tal petición, pero prefirió una respuesta indirecta de rechazo, llamando a apoyar al sistema de justicia y al Procurador General de la República, lo que no convencerá mucho a la población que sigue estos temas debido a los antecedentes que tenemos como país.
Su planteamiento sobre el caso Odebrecht se concentró en las garantías que ofreció de que “todo aquel que haya incurrido en este esquema de actos ilícitos será sometido a la justicia”, y de que el acuerdo con Odebrecht “no detiene en absoluto el proceso de investigación ni la acción de la justicia, que deberá llevarse, con la mayor premura y eficiencia, hasta las últimas consecuencias”, “caiga quien caiga”, asegurando que “no existen vacas sagradas en este gobierno, ni existirán vacas sagradas fuera de él mientras yo sea el presidente de la República”, y señaló que el “Ministerio Público, el Procurador General de la República y la justicia tienen plena potestad, capacidad e independencia para investigar y actuar sin ningún tipo de limitaciones”.
Lo que tenemos entonces es la palabra del presidente, quien se comprometió a no traicionar su compromiso ante Dios, su familia, su país, el pueblo, su partido y los Padres Fundadores. Tomemos la palabra del presidente Medina y sigamos recordándole sus luchas estudiantiles. Seamos proactivos, participativos, críticos, constructivos, y actuemos siempre con valentía pero con respeto. En esta ocasión el tema no morirá, no por las autoridades sino por el empoderamiento ciudadano.
Socio fundador de Headrick Rizik Alvarez & Fernández. Su ejercicio profesional se ha desarrollado principalmente en las áreas de litigios judiciales y arbitrales, derecho bancario, negociaciones, derecho corporativo y proyectos relativos al ámbito de las telecomunicaciones. Fue coordinador de Participación Ciudadana. Es presidente de Profamilia.
Tuve que desechar un día de sol y viento en Cabarete para poder ver al Presidente. Desatender una provocación tan sugerente demandó mucha reciedumbre. A pesar de los titubeos lo hice convencido de que nadie más que mis sentidos podía acopiar la impresión más fiel de sus gestos y apreciar así el valor de sus palabras. No solo quería escucharlo sino escrutar las intenciones de su mirada, como cuando anunció no reelegirse.
Soporté el discurso hasta el aplauso de cierre; inquirí en el meneo visual que se balanceaba entre los dos ángulos del telepronter. Mastiqué cada aliento, inflexión y pausa; advertí y conté hasta los siete saltos al guión discursivo.
Una alocución ordenada en cascada sobre recuentos y promesas, algo así como los vaivenes de un pincel cuando busca retozar con la degradación de matices: de los tonos más claros a los más puros. Las memorias del presidente fueron un estofado de deseos, datos genéricos, cifras apuradas y planes apenas esbozados; algunos aciertos plausibles, pero mucha lluvia sobre lo mojado. El tema que me privó del furioso oleaje del mar fue justamente aquel dejado para calzar, como epílogo, el andamio de la arenga: Odebrecht, Punta Catalina y la impunidad.
Sobre Punta Catalina el presidente se montó en una barata comparsa de lentejuelas al insinuar que el clamor popular por develar sus encubrimientos es una trama del sector generador interesado en boicotear su terminación. Denunció su voracidad, reconoció que el gobierno paga una de las energías más caras del mundo, sin embargo no lo hizo para anunciar propuestas firmes y así, en el marco del pacto eléctrico, rescatar al Estado de su postración ante la depredación de los generadores o para desempolvar el engavetado expediente FONPER sobre el fraude eléctrico, sino para denigrar y asociar el legítimo pedido ciudadano con las apetencias de uno de los oligopolios más devastadores de las finanzas públicas. Esa es la línea discursiva que esperaba la portentosa plataforma de comunicación abonada al gobierno; a partir de este martes se afinarán las notas y sonarán las bocinas con eufórica estridencia. Se le olvidó, sin embargo, decir que es justamente a ese sector “subversivo” y “anárquico” a quien él mismo ha llamado con mucha insistencia para invertir en Punta Catalina, ofreciéndole en venta parte de su participación accionaria. Es perverso jugar a la simulación de esa manera.
Como habíamos presentido, Danilo Medina se pone al lado del movimiento verde, pero no para responder a su reclamo en buena lid, (avalado por más de un cuarto de millón de firmas) sino para evocar con aparente nostalgia los años perdidos de su rebeldía estudiantil. La ciudadanía no aspira a estimular viejas añoranzas cívicas, ni a inspirar poesías épicas; quiere que un presidente sensato atienda una petición justa y racional: nombrar a gente independiente en la gestión judicial del caso Odebrecht que le inspire la confianza que no ha logrado la palabra ni el accionar del presidente.
Como quien quiere apresurar su plan, Danilo Medina proclama que en el caso Odebrecht la población se sorprenderá de lo que vendrá. Claro, es políticamente imperativo comenzar a dar señales en una investigación secreta que lo mejor que ha logrado es un descargo penal a favor de la principal acusada. No hay que ser un observador muy agudo para suponer lo que sigue: una pasarela de exfuncionarios de cierto relieve con medidas de coerción a cuesta. Para dar el golpe de efecto las prisiones preventivas vendrán en paquetes aún para el caso de los Tucano. Presumo que don Víctor Díaz Rúa, el más odiado de todos los sospechosos, deberá estar preparando sus mochilas, obvio, sin su Rolex. Las carpas del circo se desplegarán a su máximo estiramiento en medio de los petardos mediáticos más trepidantes.
El presidente le envió un mensaje subliminal a la comisión de Agripino, dándole las coordenadas para las conclusiones de su informe. Dijo que no detendrá las plantas de carbón de Punta Catalina si se demuestra fuera de toda duda razonable que el proyecto “se realizó de acuerdo a los más altos estándares, si su precio es efectivamente más bajo que el promedio y si todas las firmas internacionales que participaron en la licitación actuaron con responsabilidad”. La comisión trabajará denodadamente para despejar toda duda de que eso fue justamente así, aunque, para ayudar a la apariencia, destacarán algunos fallos y menudas irregularidades.
El discurso del presidente, lejos de renovar confianza, confirmó que el gobierno no va a hacer concesiones en su estrategia para mediatizar el alcance de las acciones para que no desborden los límites políticamente convenidos. Muchos esperaban un discurso dócil, comprensivo y consecuente con las aprensiones de la sociedad. Danilo Medina fue desafiante, frontal y contestatario. Veremos si esa actitud de aparente fortaleza podrá tolerar lo que guarda la caja de Pandora en Brasil. Entonces sabremos si se seguirá cantando la rumba Odebrecht sazonada con el famoso estribillo: “caiga quien caiga”. http://acento.com.do/2017/opinion/8435423-el-discurso-de-danilo/
José Luis Taveras
Letras Libres
Abogado corporativo y comercial, escritor y editor.
Foto: Diana Peguero/Acento.com.do/El rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Iván Grullón
SANTO DOMINGO, República Dominicana-.El rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Iván Grullón, dijo que aunque Danilo Medina no incluyó en su alocución la situación por la que atraviesa esa academia, espera que ‘‘no la olvide’’.
Grullón afirmó que el mandatario apoya la academia, pero espera que aumente su interés en ayudarla.
‘‘Todavía no hay compromiso de darle el 5% del Presupuesto Nacional, como manda la ley, a la Uasd. Por ahora no hay ese compromiso, pero él dijo que me recibiría después del 27 de febrero porque estaba embarcado en la preparación de sus memorias’’, aseguró.
Justificó que Medina no se haya referido de manera específica a la Primada de América –a pesar de que es la única universidad pública y la de mayor cantidad de estudiantes a nivel superior–.
‘‘Habló de manera general, no de la universidad, sino de la educación superior, y de su voluntad de seguir ayudando a los jóvenes a progresar’’, subrayó.
En adición a esto, manifestó su complacencia con el pronunciamiento de Medina, en particular por abordar el tema de la corrupción y la impunidad.
‘‘Lo que mayor satisfacción me dio fue su voluntad definitiva de enfrentar los actos de corrupción y de impunidad con este escándalo de la Odebrecht, que es escándalo financiero de corrupción más grande de la historia de la República Dominicana’’, expresó.
Sin embargo, al ser cuestionado sobre la situación administrativa de la Uasd, aseguró con ahínco que ‘‘no hay corrupción’’ en la academia que dirige. Esto a pesar de que la Federación de Profesores (Faprouasd) y múltiples sindicatos estudiantes dicen lo contrario.
"Un nuevo capítulo de la grandeza de Estados Unidos": Donald Trump sorprende con el optimismo de su discurso ante el Congreso
RedacciónBBC Mundo
"Recordaremos esta noche como el momento en que empezó este nuevo capítulo para la grandeza de Estados Unidos".
El presidente Donald Trump, muy ceñido al guión, sorprendió este martes ante el Congreso con su discurso pleno de notas positivas. "El tiempo para pensar en pequeño se acabó", dijo.
Y aunque tuvo también momentos en que se vio el Trump que estigmatiza a los inmigrantes e insiste en el muro con México, en general dejó a un lado el tono casi apocalíptico con el que muchas veces se refirió a su país a lo largo de la campaña y en las primeras semanas de su gobierno.
De hecho, casi por primera vez en su carrera política reciente, apeló al optimismo y a la conciliación al presentar los lineamientos para su primer año de gobierno.
"El momento para las peleas triviales quedó atrás. Sólo necesitamos el valor para compartir los sueños que llenan nuestros corazones".
Trump sonó por primera vez como un estadista convencional, más que como un político insurgente empeñado en demoler el orden vigente en Washington.
Aunque buena parte de las menciones de sus propuestas fueron muy generales, presentó muy poca cifras para detallar cómo implementaría sus planes.
Y en varios pasajes de su intervención presentó extensas listas de promesas que no cuentan con consenso entre todos los congresistas de su propio partido republicano, mucho menos entre la oposición demócrata.
Pero los observadores reconocen que el Trump del martes es un cambio bienvenido para los que se angustiaban del mensaje insistentemente negativoy a veces errático que había salido de la Casa Blanca en los primeros días del gobierno.
Trump inició su discurso con un llamado a la unidad y la tolerancia, condenando los recientes actos de vandalismo en varios sitios del país contra cementerios judíos y haciendo referencia al mes de la historia afroestadounidense que se conmemora actualmente en Estados Unidos.
Procedió con invocaciones a la unidad nacional y la aseveración que "Estados Unidos está lista para liderar".
Eso sí, luego de ese inicio conciliatorio, el mandatario regresó en momentos a los temas de otras intervenciones, presentando en varios pasajes un panorama amenazante que requería acciones drásticas.
Habló de desmantelar carteles criminales, detener el "ambiente de caos" que según Trump se vive en las fronteras del país y construir un "gran muro".
Dijo que no podía permitir "una cabeza de playa del terrorismo" en el país, por lo que justificaba las extremas medidas de control a extranjeros entrando a la nación, insistiendo en que no era muestra de compasión sino de irresponsabilidad permitir la entrada de refugiados de ciertas partes del mundo.
Pese a los llamados de Trump a unirse "por el bien del país", pocos legisladores del opositor partido demócrata se levantaron a aplaudir al mandatario y en ocasiones se rieron abiertamente de las declaraciones del presidente.
Un enfoque distinto
Trump también dedicó importantes pasajes de su discurso al aspecto económico, prometiendo, sin dar detalles, un importante recorte de impuestos a la clase media.
Luego, reiteró sus denuncias anteriores sobre los presuntos abusos de países extranjeros a las reglas comerciales, asegurando que: "Creo en el comercio libre, pero tiene que ser comercio justo".
Y no dejó muchas dudas sobre sus intenciones de aumentar el proteccionismo comercial. "No dejaré más que los otros países sigan tomando ventaja de nuestras empresas".
Prometió un nuevo plan de infraestructura, que describió como un "programa de reconstrucción nacional" por valor de US$1 billón.
También empezó a plantear el modelo que Trump promete como reemplazo de Obamacare, el sistema de salud que fue el programa bandera en el gobierno del anterior presidente, y al que se refirió como un desastre.
Pero ofreció a la vez ¨zanahorias" a la oposición, asegurando que la derogación de Obamacare iría acompañada de medidas para asegurar que sus beneficiarios pudiesen seguir con cobertura médica.
Y en una propuesta que perfectamente hubiese podido venir de un dirigente demócrata, prometió licencias pagadas de maternidad para las estadounidenses, algo que en este momento no garantiza la legislación.
Falta ver qué maniobras presupuestarias son necesarias para volver estos objetivos realidad. No ofreció detalles el presidente.
La Casa Blanca ha dicho antes que no tocará los fondos asignados a los programas de seguridad social para jubilados, lo que tiene sentido político para un dirigente como Trump que tiene sus principales grupos de apoyo político entre estadounidenses de mayor edad.
Por lo que muchas otras funciones del gobierno presumiblemente se verán expuestas a los recortes. Pero Trump no dio indicaciones concretas de cuáles serían.
Destacó la falta de destaque - Anthony Zurcher, BBC Washington
Fue un discurso convencional, ofrecido de manera convencional. Algo que cualquier otro año no sería destacable.
Pero en la era de Trump, sin embargo, lo ordinario parece improbable. Y por eso el discurso resultó inesperado.
Mucha de las propuestas fueron las de siempre: más seguridad en la frontera, denuncias contra inmigrantes ilegales, nacionalismo económico, la advertencia a los aliados de la OTAN para que paguen más…
Pero fue pronunciado de manera más suave. Por una vez, habló y no gritó.
Como es típico en esos discursos, el texto tuvo poco de propuesta política y mucho de clichés y palabrería política que se refería a la agenda de Trump con vaguedades.
Pero el presidente sí que tiró algunas líneas, en particular en cuanto a prioridades en el sistema de salud o el tamaño de su plan de inversiones públicas.
Al final, Trump no dañó y hasta pudo haber ayudado a apaciguar las preocupaciones de los republicanos más críticos con el azaroso inicio de gestión.
Ahora el Congreso debe convertir esas promesas en realidad. Y pese al tono del discurso, no va a ser fácil.
Esta es la primera vez que Trump se dirige formalmente a la legislatura como parte del ritual anual conocido normalmente como Informe del Estado de la Unión, pero que en el primer año del periodo presidencial no lleva oficialmente ese rótulo.
En años recientes ha decrecido el interés público por estos eventos, como señala la corresponsal de la BBC en Washington Katty Kay por la brecha que frecuentemente se da entre lo que el presidente promete y lo que realmente puede lograr.
"Pero esta vez, con ambas cámaras del Congreso en manos republicanas, era más posible que lo que anuncie Trump se convierta en ley", recuerda nuestra corresponsal.
Entre los temas centrales del discurso, estuvola promesa de un aumento sustancial en el gasto militar.
Si las fuerzas militares se vieran obligadas a pelear, dijo Trump, "solo deben ganar".
Ante lo cual prometió proporcionarles abundantes recursos en el próximo presupuesto.
Y ofreció un homenaje, que terminó siendo el momento más emotivo de la noche, a la viuda del militar que murió en la reciente operación militar en Yemen, la primera que ordenó como mandatario.
En medio de aplausos sostenidos del público, aseguró a la viuda, presente en el capitolio, que su marido, William Ryan Owens, nunca sería olvidado.
Trump ha insistido en la necesidad de mano dura frente a los indocumentados y se esperaba que sus propuestas legislativas fuesen en esa dirección general.
En su discurso habló de una reforma migratoria basada en la meritocracia, sin entrar en detalles.
Horas antes del discurso, medios estadounidenses reportaban que Trump habría dicho en una reunión privada que estaba dispuesto a considerar legislación que otorgara a un camino a la residencia legal a millones de indocumentados, en directa contradicción con lo que fue su discurso de campaña.
De concretarse, cambiaría de manera dramática el panorama político del país, que daba por sentado que Trump se basaría en el discurso contra los indocumentados para afianzar su apoyo en sectores de la clase trabajadora blanca que miran con recelo el cambio demográfico que ha experimentado Estados Unidos.
Sin embargo, Trump no se refirió a la posibilidad de una regularización de los indocumentados en el discurso ante el Congreso.
Sorpresa
Trump ha retenido la capacidad de sorprender al público, negativa y positivamente.
Sus opositores criticaron despiadadamente el tono pesimista y alarmista del discurso de toma de posesión.
Por lo que muchos esperaban que Trump buscara transmitir un mensaje más alentador en esta nueva intervención, como en efecto ocurrió.
Sin duda se espera en las próximas horas una fuerte reacción al discurso de la oposición, el Partido Demócrata, cuyos legisladores recordarán la hostilidad con que el expresidente Barack Obama fue tratado por los congresistas republicanos en el anterior gobierno.
Entre tanto, Estados Unidos se prepara para un nuevo episodio en la saga que ha rodeado a las primeras semanas de Donald Trump en la presidencia.
El mandatario dijo este martes que ·"el tiempo para pensar en pequeño ya pasó".
Pidió "valor para compartir los sueños que llenan nuestros corazones".
Un giro poético que no se conocía en las intervenciones de Trump. Que por supuesto no alcanza para superar las abismales divisiones que hoy caracterizan al país.
Pero que ofrece una esperanza de un discurso menos confrontacional en los días por venir.