En relación con el PIB, la CEPAL ha publicado una serie del PIB total y percapita a costo de factores para los países de América Latina y el Caribe entre 1945 a 1978 en términos de US$ reales del 1970. Según esas series, en 1945 el PIB percpaita de RD era 1.46 veces el PIB de Haití y en 1950 era casi 2 veces (Gráfico 3).
Adicionalmente el propio Banco Mundial en 1954 publicó un trabajo sobre la economía haitiana en cual analiza el desarrollo económico del país, indicando:
1. Haití está económicamente atrasado. “Las estadísticas disponibles muestran una renta per cápita de alrededor $64 para 1952, el más bajo en los países de América Latina; la comparación del comercio per cápita coloca a Haití en el mismo rango”. (p.2, párrafo 8)
2. El salario y el estándar de vida bajo. “Los salarios del trabajador son los más bajos de las West Indies; (…) “El consumo de alimentos por día es muy bajo en términos de calorías - aunque a veces se ha dicho que la variedad de la dieta del campesino haitiano compensa en parte su deficiencia global. Todas las mediciones y observaciones confirman la existencia de un bajo estándar de vida y de limitado nivel de desarrollo” (p.2 párrafo 8)
3. Limitado progreso en los años. “… no hay certeza de que el crecimiento del producto coincida con el crecimiento de la población. La misión de Naciones Unidas de 1948 estimó que no ha habido incremente en el ingreso percapita de 1927-28 a 1947-48, sino es que ha disminuido. El aumento en el volumen de exportaciones en los últimos 20 a 30 años, si ha habido alguno ha sido muy pequeño. Análisis comparativos, aunque no muy confiables, con el resto del Caribe, muestran que solamente Haití tiene esa tendencia. (p. 2, párrafo 9)
4. El crecimiento ha sido inestable. “Las exportaciones de prácticamente todos los productos básicos haitianos, incluyendo café – el más importante- en uno u otro momento en el presente siglo han sido mucho mayor de lo que son ahora. El período de posguerra solo ha visto un marcado descenso en la exportación de sisal, banano, azúcar, aceites esenciales y artículos de la artesanía. Esto, por supuesto, es en parte debido a la naturaleza del sistema agrícola haitiano de pequeñas explotaciones muy versátil y con ventajas para adaptarse a los movimientos de precios, enfermedades o cualquier otra causa, que permite pasar de un cultivo o comercio a otro. La producción de alimento es el principal sustituto; en numerosos casos, sin embargo, una vez que prósperos cultivos han caído en decadencia, rara vez son reemplazados. (p.2, párrafo 10).
En conclusión, la base empírica disponible apunta a que las divergencias de tamaño entre los dos países es un fenómeno anterior a 1960 y cuyas causas van más allá de las prácticas de las políticas económicas y sectoriales, sin dejar de reconocer que éstas muchas veces profundizan las tendencias de largo plazo.
¿Cuándo surge la divergencia entre los dos países?: una digresión necesaria
La colonia francesa de Saint Domingue tiene su origen el abandono en que el imperio español mantuvo a su colonia de la Isla Española. Casi desde el inicio del Siglo XVI la Isla de Santo Domingo fue abandonada por España, ese abandono se convirtió en las despoblaciones en el SXVII, lo cual dio origen a la ocupación francesa en el noroeste de la isla y eventualmente a la creación de la colonia francesa de Saint Domingue que se convirtió en la más rica colonia francesa durante el SXVIII.
Esa riqueza se creó alrededor de la producción azucarera, organizada bajo el sistema de plantación en base a una intensa y cruel esclavitud. La crueldad era parte constitutiva del sistema de plantaciones, porque era única la forma posible de que unos pocos miles de propietarios blancos pudieran sobrevivir en medio de casi 500 mil esclavos.
Mientras tanto la parte Este de la isla, la parte española languidecía en la más absoluta pobreza con una economía basada en el contrabando y el corte de la madera.
En el inicio del SXIX, en 1804 se produce la independencia haitiana con la más profunda revolución social y racial de las Américas, mientras que en la parte Este, que había sido cedido a Francia mediante el tratado de Basilea en 1795, pasaba de ser un territorio francés hasta 1811, cuando vuelve a ser territorio español pero en el marco del abandono de los poderes coloniales para ser ocupada por los haitianos en 1822, quienes en gran medida fueron bien recibidos dada la pobreza generalizada de la parte Este. Sin embargo, en la medida en que la ocupación se prolongó y las expectativas de la población no se vieron satisfechas se generó un movimiento separatista que se consumó en 1844. En ese momento Haití era un país de casi medio millón habitantes y la República Dominicana apenas pasaba los 120 mil habitantes.
El resto del siglo XIX fue de grandes vicisitudes para ambos países, Haití organizado alrededor de la economía campesina, del café y teniendo que pagar un alto costo, por haber sido el primer país de esclavos que se independizaba mientras los dominicanos se organizaban alrededor del tabaco, la explotación de la madera y la ganadería. Posteriormente, en el último cuarto del siglo XIX, empezó a desarrollarse la industria azucarera basada en la plantación, pero en el marco de una economía capitalista.
Así el siglo XX se inicia, teniendo Haití el triple de la población dominicana pero en trayectorias económicas que empezaban a revertirse. La economía dominicana se aceleraba impulsada básicamente por el azúcar mientras que la economía haitiana perdía velocidad, no generaba los niveles de acumulación debido a circunstancias asociadas con el predominio de la economía campesina de autoconsumo, a la prohibición de importar capitales (los blancos no podían ser propietarios), a los costos de la deuda (el pago por la independencia y al endeudamiento de sucesivos gobiernos) y a los ciclos del café.
En la segunda década del Siglo XX ambos países son ocupados militarmente por los norteamericanos, imponiendo férreas dictaduras militares en ambos países pero con resultados económicos diferentes.
En Reo. Dominicana se desarrolla una infraestructura productiva y se consolida la producción azucarera mientras que en Haití los resultados económicos de la ocupación fueron más exiguos y los excedentes se utilizaron para pagar la deuda.
De ese modo ya en 1916, República Dominicana tenía un intercambio comercial con el mundo que era 1.5 veces más grande que el intercambio comercial de Haití con el mundo y partir de la segunda década del SXX la brecha entre los dos países empezó a crecer aceleradamente.
En 1950, Haití seguía teniendo una población que era 1.36 veces más grande que la dominicana, pero Dominicana tenía un PIB real que era por lo menos 1.39 veces superior al haitiano, exportaba al mundo 2.3 veces más e importaba 1.4 veces más que Haití.
Estas diferencias en los niveles de actividad económica explican el flujo migratorio de los haitianos hacia República Dominicana.
En síntesis, las causas históricas del atraso relativo de Haití se pueden resumir en los siguientes aspectos:
La economía campesina (SXIX) no permitió procesos de acumulación de capital. Esta forma de explotación agrícola se extendió en el SXX.
Predominio del capital comercial (rentista) en el SXIX y permaneció en el SXX.
Luchas raciales y sociales.
Aislamiento internacional (pago de la deuda a Francia para ser reconocido internacionalmente durante el sXIX).
Impacto de la ocupación americana (1915-1934) diferente a RD. Mejora la administración para el pago de la deuda, pero menos infraestructura y no se desarrolla un sector productivo dinámico.
La prohibición de la propiedad extranjera (blancos) en el siglo XIX hasta la intervención norteamericana.
La limitación en la educación.
Falta de un proyecto económico por parte de la élite gobernante.
Políticas económicas erráticas y crisis políticas a lo largo del SXX, profundizada desde mediado del 80 del siglo pasado en materia de política comercial y sectorial que han profundizado el deterioro de la economía al promover una liberación económica que al decir de la OMC “Haití ha realizado reformas que liberalizaron sustancialmente su economía y la han convertido en una de las más abiertas de América Latina y el Caribe” (OMC 2003, p.xii) sin tomar en consideración su débil aparato productivo que fue barrido por las importaciones.
Algunas de las causas históricas del desarrollo económico de Dominicana se pueden resumir en los siguientes aspectos:
1) Introducción de economía de plantación azucarera en el marco de una economía capitalista (en las dos últimas décadas del siglo XIX) la cual que permitió una rápida acumulación de capital. La economía de plantación introduce un nuevo dinamismo económico a una estructura productiva que había sido históricamente de pastoreo, recolección, economía campesina (casi de autoconsumo, con excepción del Cibao que producía tabaco para la exportación) y de capital comercial con muy bajo niveles de acumulación de capital.
2) Régimen de propiedad de la tierra más laxo: la propiedad comunal permitió un proceso de expropiación en beneficio de las plantaciones azucareras acelerando la acumulación de capital a finales del SXIX y principio del XX.
3) La intervención americana de 1916-1924, la cual fue una dictadura que “organizó” al país y construyó infraestructura.
4) Proyectos y estrategias económicas que han sido implementadas a lo largo del siglo XX:
a) Desarrollo de una economía de exportación basada en la industria azucarera desde finales del SXIX hasta 1930.
b) El proyecto económico de Trujillista (1930-1961) que requería de una economía en crecimiento para generar concentración y acumulación de capital en Trujillo y sus allegados.
c) La estrategia de sustitución de importaciones de Balaguer (1968-1981), basado en un modelo de crecimiento industrial y urbano, de rápida acumulación de capital y financiado con exportaciones tradicionales.
d) La economía de los servicios en la década del 90. Después de una complicada transición en la década del ochenta del SXX, la economía se ordena alrededor de las exportaciones de turismo y zonas francas que genera fuerte ritmos de crecimiento en la década del 90 y parte del 2000, cuando el modelo empieza a entrar en crisis, empezando a ser financiado con deuda externa.
El reemplazo de estos “modelos” de crecimiento permitió un elevado ritmo de crecimiento económico, pero con una gran desigualdad y poco impacto en la calidad de vida de las personas.
En resumen, las evidencias históricas muestran que la divergencia entre los dos países tiene raíces históricas que se van gestando en el siglo XIX y maduran al principio del siglo XX y se ha profundizado a lo largo del tiempo.