La informalidad continúa en aumento en República Dominicana
Autor: Miguel Collado Di Franco
Fecha: 12 de marzo del 2018
El año 2017 se caracterizó por el incremento de la informalidad en República Dominicana. Para los trabajadores dominicanos, 2017 fue un año en el cual el sistema institucional prevaleciente en el país les impidió obtener empleos formales en el sector privado. En efecto, de acuerdo a los datos oficiales sobre el mercado de trabajo, al comparar 2017 con el año 2016, las estadísticas arrojan una disminución en el total de puestos de trabajo formales privados. Los mismos datos indican que los únicos empleos formales nuevos fueron creados en el sector público, es decir, con recursos de los contribuyentes.
Preocupa la tendencia de la informalidad, así como la incapacidad de las instituciones formales de facilitar la actividad económica en el país. Si existe un incremento en la informalidad, es un reflejo de que el costo de la legalidad en República Dominicana es muy alto. Las reglas de juego prevalecientes impulsan a los ciudadanos a operar fuera del ámbito legal.
La informalidad laboral en cifras
Las más recientes estadísticas oficiales del mercado laboral son claras sobre la prevalencia de la informalidad en República Dominicana. De igual forma, los datos de la Superintendencia de Pensiones señalan un porcentaje bajo de empleados que cotizan dentro del sistema de pensiones, otro reflejo de este problema.
Las cifras de la informalidad laboral total de la economía dominicana indican que esta continúa en ascenso. En 2017 el promedio para los cuatro trimestres del año fue 58.6%, superior al 56.9% de 2016. Los datos se refieren a la informalidad total, ya que miden la cantidad de empleados que están laborando en empresas informales y dentro de las formales; estos últimos son establecimientos formales, pero a cuyos dueños los costos del sistema legal les impulsan a realizar parte de sus actividades fuera del mismo.
Gráfica No. 1
En 2017, siete de cada diez empleos creados por la economía fueron en la informalidad. Es decir, a partir de los datos de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo del Banco Central de la República Dominicana es posible determinar que el 85.0% de los empleos creados fueron informales. En adición, la tasa de crecimiento de los empleos informales fue de 4.1%, cuatro veces el crecimiento de 1.0% experimentado por el conjunto de los empleos formales de la economía.
Gráfica No. 2
Las condiciones prevalecientes en la economía eliminaron de la formalidad 25,875 empleos privados en 2017. Los únicos empleos formales creados fueron en el sector público. Más de 44,000 nuevos empleados pasaron a depender de los recursos de los contribuyentes en el año 2017, un incremento de 7.6% con relación al 2016.
Gráfica No. 3
¿Qué consecuencias directas presenta esta situación para quienes obtienen sus ingresos personales dentro de la informalidad? El principal efecto es ingresos inferiores a los obtenibles dentro de la legalidad. Los datos de ingresos de los sectores formal e informal están disponibles desde el año 2000 al 2016. En ese lapso de tiempo, los ingresos formales han sido, en promedio, 31.2% mayores que los obtenidos dentro de la informalidad; el último dato disponible es similar a ese promedio: ingresos 30.2% mayores en condiciones formales.
Gráfica No. 4
Otra pregunta relevante sobre el efecto de la informalidad está relacionada con la protección social. ¿Cómo afecta la informalidad que prevalece en la economía al sistema de seguridad social? Un sistema de pensiones, cualquiera que este sea, necesita ahorros. Mayor informalidad dificulta cotizar. El porcentaje de cotizantes con relación al total de afiliados ha promediado 48.3% en los últimos cinco años, y para 2017 el promedio fue 48.9%. Ese porcentaje de cotizantes es bajo con relación a los afiliados y a la población en edad de trabajar (PEA). En 2016, por ejemplo, mientras en Chile cotizaba el 64.8% de la PEA en los fondos de pensiones, en República Dominicana únicamente lo hacía el 33.8%.
Gráfica No. 5
Si el ingreso de los informales es menor, en promedio, la informalidad presenta un reto importante para el desarrollo humano por medio de las actividades productivas. De igual forma, ser informal supone un incremento de las desigualdades dentro de la sociedad. No todo los ciudadanos pueden acceder a los beneficios que devienen de la formalidad. Quienes generan ingresos bajos enfrentan la dificultad de formalizarse, porque cumplir con todos los requisitos legales y regulatorios una vez formalizados impone costos difíciles de costear.
¿Por qué prevalece la informalidad?
La decisión de los agentes económicos de operar dentro de un sistema formal está relacionada con los costos que dicha acción implica. Quienes deciden permanecer fuera de la legalidad perciben que los costos superan los beneficios de ser formales. Los ciudadanos están revelando sus preferencias mediante la decisión de ser informales.
Las leyes, y el conjunto de las instituciones formales de un país, deben estar dirigidas a reducir los costos transaccionales. Es decir, las regla de juego con las que opera una sociedad deben ser diseñadas para facilitar el accionar de los individuos dentro de la misma. Producir, vender, transportar bienes, ahorrar o invertir son actividades imprescindibles para todos los miembros de una sociedad. Mientras más fácil sea realizarlas al amparo de la protección legal, mayor es el desarrollo económico. No es casualidad que países con mejores instituciones han alcanzado mayores niveles de desarrollo humano[1].
Las cifras de informalidad están enviando una señal a las autoridades: el sistema formal, sus instituciones, dificulta las actividades económicas, las hace más caras en República Dominicana.
Políticas públicas recientes han sido enfocadas hacia procesos de formalización más cortos y menos onerosos. Es un esfuerzo positivo, sin embargo solo considera el costo inicial del proceso de formalización. El costo del proceso de formalización podría ser reducido aún más. Podría llevarse el tiempo a pocas horas y reducir tasas e impuestos pagados. Sin embargo, aún no ha sido abordado el conjunto de todos los costos que inciden a diario al operar bajo las normas legales de República Dominicana. Inmediatamente un emprendedora se formaliza debe empezar a emplear su propio capital de trabajo para pagar impuestos. Es decir, empezar a cumplir obligaciones fiscales, incluso antes de haber cobrado sus primeras ventas, si fueron a crédito. A ese hecho se añaden los costos internos de cumplir con esas obligaciones y de actuar como agente fiscalizador al servicio del Estado dominicano, lo cual implica sistemas tecnológicos especializados y personal dedicado exclusivamente a las labores de cumplimiento. El emprendedor dominicano, pequeño o grande, entra a la formalidad para cumplir con las regulaciones impuestas por el sistema legal dominicano y no para satisfacer mejor las necesidades de los consumidores, la cual es su función en la sociedad, su razón de ser.
¿Qué hacer entonces? La respuesta a qué hacer es clara. Reformar las reglas de juego impositivas y laborales, y eliminar los largos y complejos procesos burocráticos caracterizados por elementos de corrupción son acciones pendientes. Estas son reformas puntuales imprescindibles por las que se debe iniciar. En sentido general, mientras predomine un conjunto de normas legales diseñado para que solo una parte de la sociedad pueda pagar el costo que impone, la informalidad será una característica de la economía dominicana, y un lastre para el desarrollo del país.
,,,,,
Autores:
Miguel Collado Di Franco
http://crees.org.do/es/art%C3%ADculo/la-informalidad-contin%C3%BAa-en-aumento-en-rep%C3%BAblica-dominicana
No hay comentarios.:
Publicar un comentario