20 de marzo de 2017
Riesgo cambiario
Félix Santana García
De nuevo surge el fantasma del riesgo o la probabilidad de que ocurra algún evento distinto a lo esperado. Son muchos los riesgos que pueden afectar las actividades que desarrollan las personas como parte de su diario vivir.
Riesgo de negocios el cual está asociado con las proyecciones de los rendimientos futuros de una empresa sobre los activos o con los rendimientos sobre el capital contable si la empresa no utiliza deudas.
Riesgo financiero o la porción del riesgo de los accionistas, superior al riesgo básico del negocio, resultante de la manera en la cual se financia la empresa. Se conoce el riesgo fiscal, el riesgo de cartera individual o el asociado a una inversión cuando esta se mantiene por si misma o en forma aislada sin combinaciones con otros activos, (Scott Besley y Eugene F. Brigham, 2001).
El riesgo de cartera o el asociado con una inversión cuando se mantiene en forma combinada con otros activos, no por sí misma y un riesgo muy temible como es el riesgo cambiario de una unidad monetaria respecto a otra monda más fuerte, tal el caso del peso respecto al dólar, riesgo de mercado, riesgo operacional, riesgo de crédito, riesgo legal, entre otros riesgos que invaden la vida misma del ser humano.
De igual forma, como parte del riesgo de mercado se encuentra el riesgo cambiario, el que se origina cuando el valor de una entidad o negocio depende del nivel que tengan ciertos tipos de cambio entre divisas en los mercados financieros.
Lo anterior sucede cuando el valor actual de sus activos en cada divisa no coincida con el valor actual de los pasivos en la misma divisa y la diferencia no esté compensada por instrumentos fuera de balance.
También, cuando las posiciones en productos derivados cuyo subyacente estuviera expuesto a riesgo de cambio y no se haya inmunizado completamente la sensibilidad del valor frente a variaciones en los tipos de cambio.
Asimismo, cuando la entidad o empresa este expuesta a riesgo de interés, de acciones o de mercancías en divisas distintas de su divisa de referencia, que puedan alterar la igualdad entre el valor del activo y el pasivo en dicha divisa y que generen pérdidas y ganancias.
De igual modo, hay riesgo cambiario cuando el margen de la entidad depende directamente de los tipos de cambio, por ejemplo, el tener que importar materias primas.
Y cuando el negocio se vea afectado por competidores cuyos costos dependen de otras divisas (importadores/exportadores), (Banco Interamericano de Desarrollo, Grupo Santander, 1999).
En estas reflexiones se destaca el riesgo cambiario por el hecho de que en las últimas semanas en la República Dominicana la tasa de cambio del dólar respecto al peso dominicano ha experimentado un significativo incremento de RD$46.80 a RD$47.25 por US$1.00 en tan solo quince días.
Asimismo, el dólar se ha apreciado en los Estados Unidos de América y la situación económica norteamericana apunta hacia una estabilidad relevante lo que acusa un aumento en los precios de bienes y servicios y el desempleo haya caído en apenas 4.5% lo que ha dado lugar a que la Reserva Federal (El Federal Reserve Bank of New York) o simplemente FED ha aumentado el tipo de interés de 0.50 a 0.75 o casi 1.00.
Muchas son las opiniones de economistas, financistas y agentes económicos que expresan que el alza respecto al peso obedece a que ha surgido un incremento en la demanda de dolares para cubrir necesidades de pagos de inventarios adquiridos en los meses de noviembre y diciembre de 2016.
Otros expresan que se debe a que el gobierno dominicano demanda dólares en el mercado local para poder desembolsar efectivo a favor de la terminación de las plantas eléctricas de Punta Catalina.
Mientras que otros conocedores del mercado de divisas atribuyen tal alza del dólar a expectativas de que el precio del dólar seguirá incrementándose y debido a que las tasas de interés en los Estados Unidos continuarán su agitado curso de aumento.
Y si continúa el aumento del costo del dólar en los Estados Unidos de Americana muchos capitales se verán tentados a fugarse hacia el país del norte en busca de mayor rendimiento, lo cual es natural ya que los inversores siempre están a la caza de mejores intereses a favor de sus capitales.
Expertos en la materia expresan que no hay razones monetarias para que haya un incremento en la tasa del dólar en relación al peso pero no menos cierto es que si hay un aumento debido a que la demanda le ha ganado la batalla a la oferta generándose un incremento en el costo del dinero verde de los EE.UU.
Quiérase o no, una de las hipótesis aquí señaladas es que el motor que está dando lugar al aumento del dólar está originando una marcada aversión al riesgo cambiario envuelto en todas transacciones de mercado.
De manera que lo anterior repercutirá a corto plazo en el costo de producción y ventas de bienes y servicios lo que decretará de manera implícita un aumento en el costo de la vida causando simultáneamente una más acentuada disminución del poder de compra del peso dominicano afectando las operaciones de mercado con las consecuencias de disminuir la demanda y por ende la producción y de paso dando paso a una caída en las recaudaciones impositivas.
El Banco Central de la nación dominicana ha actuado con la mayor presteza para hacer frente al aumento del tipo de cambio a través de una inyección gradual de US$275 millones en el mercado de divisas. Ahora solo resta esperar si con tal medida sería suficiente para contrarrestar tal aumento.
Es menester esperar pero mientras tanto los precios de los bienes y servicios comenzaron a aumentar. Ojalá las autoridades monetarias y financieras no pierdan tiempo en hacer las previsiones que el caso requiere de manera adecuada, oportuna, eficiente y efectiva antes de que sea demasiado tarde, pues siempre las expectativas prevalecen sobre las realidades.
felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com.
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