La dirigencia del PRM advierte, con razón, que no se debe politizar el tema haitiano, una indirecta directamente dirigida al Gobierno, pero temo que su advertencia llegó demasiado tarde. Y no lo digo porque existan evidencias de que en el Palacio Nacional están jugando a la politiquería con un tema tan serio porque sería faltar a la verdad, sino por el hecho puro y simple de que sus inquilinos no han necesitado hacer propaganda para beneficiarse políticamente de la situación. Todo empezó con el “vigoroso” discurso que pronunció el presidente Danilo Medina en la Cumbre del Sica que se celebró en Guatemala, donde el mandatario puso en su puesto a quienes cuestionan el soberano derecho del país a aplicar sus políticas migratorias, pues consiguió despertar un sentimiento que, como el nacionalismo, llevamos a flor de piel. Las críticas que han llovido sobre el país, una vez cumplido el plazo fatal que otorgó el Plan Nacional de Regularización a los extranjeros en situación migratoria irregular, han hecho crecer como la espuma ese sentimiento tan poderoso, a tal punto que el principal líder de la oposición, el economista Luis Abinader, no ha podido sustraerse a la corriente de opinión que ese sentimiento ha desencadenado expresando su respaldo a la política migratoria que impulsa el gobierno. ¿Qué otra cosa podía hacer? Todo ese ruido patriótico y soberanista ha hecho que olvidemos la atropellante reforma constitucional que le abrió las puertas a la reelección del presidente Medina, las denuncias de que en el Congreso corrió el dinero a raudales para comprar los votos que hacían falta para su aprobación, y por supuesto, también las numerosas ocasiones que el mandatario abjuró del continuismo y sus nefastas consecuencias para la democracia dominicana y sus débiles instituciones. Y eso, políticamente, le conviene al gobierno, al presidente Medina y al PLD, y no sería realista pensar que no lo aprovecharán.
c.acosta[@]hoy.com.do http://hoy.com.do/demasiado-tarde-3/
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