Por Fausto Herrera Catalino
20 de diciembre de 2014
La “historia me absorberá” fueron las últimas palabras pronunciadas en su alegato de autodefensa por el entonces joven abogado, Fidel Alejandro Castro Ruz, el 16 de octubre de 1953, ante el juicio en su contra por los asaltos al cuartel Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en Santiago de Cuba y Bayamo el 26 de Julio de 1953.
Saludé al comandante Fidel Castro en 1985 en el Diálogo Juvenil y Estudiantil contra la Deuda Externa, al que acudí durante cinco días como delegado por la Juventud del Bloque Institucional fundado por el doctor José Francisco Peña Gómez.
En esa ocasión pude conversar con el líder guerrillero de la Sierra Maestra. En 1987, integré la delegación de 102 personalidades dominicanas que acompañaron al máximo líder perredeista a La Habana.
Cabe recordar que el pasado 17 de diciembre, en sendos discursos de los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama y de Cuba, Raúl Castro, se anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, rotas 53 años antes, a consecuencia de las medidas soberanas que tomaron los revolucionarios del Movimiento 26 de julio cuando derrotaron el ejército del dictador Fulgencio Batista y lo obligaron a huir a la República Dominicana.
Con la triunfal llegada de los barbudos a La Habana, el 8 de enero de 1959 se inició la epopeya revolucionaria de América Latina inspirada en el pensamiento del apóstol José Martí. Sirvió de modelo a las luchas emprendidas en el continente americano y en la liberación de países africanos; incluyendo la abolición del apartheid en Sudáfrica y la llegada de Nelson Manuela a la presidencia.
La resistencia heroica del pueblo cubano al bloqueo comercial de los EEUU y los múltiples atentados a sus líderes fue reconocido en días pasados por Obama: “Esta rígida política no sirve ni al pueblo estadounidense ni al pueblo cubano…”.
En 1962, en el momento álgido de la guerra fría, se desató la crisis por los misiles soviéticos detectados en Cuba. El entonces presidente norteamericano John F. Kennedy emplazó al presidente Soviético, Nikita Khrushchev, a ordenar su inmediato retiro. Durante trece dias el mundo estuvo en vilo a la espera de la guerra nuclear entre ambas potencias.
Es cuando prevaleció la inteligencia a la destrucción de la humanidad. En negociaciones secretas a través de emisarios de recíprocas confianza se acordó detener la confrontación. Los misiles fueron retirados de Cuba, en cambio quedó la isla blindada contra una intervención norteamericana directa. Ya había ocurrido el fallido intento mercenario de Bahía de Cochinos. Ese protocolo de Khrushchev y Kennedy se ha respetado.
Actualmente existen nuevas tensiones entre Rusia y Estados Unidos. Rusia recobró el dominio sobre la península de Crimea y apoya a los combatientes pro rusos en Ucrania.
Las sanciones más fuertes que occidente aplica a Rusia es el desplome drástico de los precios del petróleo. También a Venezuela y su solidario programa de Petrocaribe. En este caso la economía de China es la pieza clave.
Todo lo que ha ocurrido durante las pasadas cinco décadas justifican la revolución cubana que encabezaron Fidel Castro, el “Che” Guevara, Camilo y Raúl. Hoy están absuelto por la historia.
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