ElEconomista | I 20 de enero, 2021
Precisamente, Janet Yellen, la primera mujer nominada para la Secretaría del Tesoro, se presentó ayer en el Senado para su audiencia de confirmación en el cargo. Reemplazará a Steve Mnuchin.
Defendió el paquete de estímulos por US$ 1,9 billones recientemente presentado por Biden y ratificó la estrategia del Gobierno de jugar fuerte y de no quedarse corto con las medidas para recuperar la economía como aconsejó Paul Krugman.
El reconocido economista también tranquilizó a aquellos preocupados por el tamaño de la deuda pública, estimada en US$ 24 billones. “Hoy en día, tenemos una economía en la que se puede esperar que el PIB en dólares crezca entre 3% y 4% anual, mientras que la Fed pueden pedir prestado a una tasa cercana a 1%. Esto significa que la deuda tiende a desaparecer como porcentaje del PIB a menos que tengamos déficits realmente enormes”, dijo el Nobel en Twitter. “No hay ningún problema”, agregó.
Yellen le pidió a los senadores republicanos “que piensen en grande” para sacar definitivamente al país de la crisis, evitar una futura recesión más dura y superar “estos tiempos oscuros”, lo que requiere que el Congreso apruebe las iniciativas de Biden aunque los republicanos discrepan con algunas de ellas y consideran excesivo el monto involucrado. Las Bidenomics prometen audacia.
Yellen, que lideró la Fed entre 2014 y 2018, destacó que su foco estará puesto en el empleo y las pequeñas y medianas empresas, que son las que lo generan. Por lo tanto, todo el esfuerzo inicial estará concentrado en aprobar el paquete de estímulos en el Congreso, lo que insumirá tiempo para negociaciones y concesiones.
Uno de los temas sobre el que más interesaba conocer la visión de Yellen era el referido a la política con relación al dólar. La futura secretaria del Tesoro señaló que no impulsará una moneda débil para ganar competitividad y que su valor debe estar fijado por el mercado. No cabía esperar una declaración distinta porque ningún funcionario va a decir que aspira a debilitar la moneda del país.
Yellen tiene antecedentes mixtos en esa materia, porque estuvo al frente del Consejo de Asesores Económicos de Bill Clinton en los tiempos del súperdólar, que arrancó a principios de la década del ’90, pero en los dos últimos años de su mandato como titular de la Reserva Federal, la moneda estadounidense cayó frente a las demás. Yellen fue muy crítica de aquellos gobiernos que manipulan las paridades cambiarias para mejorar el desempeño de sus exportaciones y afirmó que confrontará con China si recurre a esas prácticas desleales.
De todas maneras, más allá de la voluntad de los gobiernos, hay factores económicos que mueven a las monedas. La diferencial de tasas de interés es una de ellas, pero también pesan las políticas fiscales y monetarias. Los analistas del mercado consideran que la fuerte emisión monetaria de los últimos tiempos y los paquetes de estímulo que llevarán a un mayor desequilibrio de las cuentas públicas, inexorablemente debilitarán al dólar.
Un dato positivo que señalan muchos analistas es que la relación entre el Tesoro y la Reserva Federal será muy positiva y cabe esperar una coordinación de políticas teniendo en cuenta que Jerome Powell trabajó en la entidad monetaria durante la presidencia de Yellen y acompañó todas sus iniciativas.
De todas maneras, la Fed volvió a ratificar que las tasas de interés seguirán casi en 0% durante mucho tiempo y que se mantendrá la política de compra de activos mientras sea necesario. Yellen le restó gravedad al mayor endeudamiento del país porque considera que en un momento de tasas bajas es más fácil hacerle frente. Y si bien reconoció que poner las cuentas fiscales en orden será importante en el futuro, las prioridades hoy son otras. Además, antes de la pandemia, había quedado en claro que la economía podía crecer y tener un desempleo muy bajo sin que se acelere la inflación.
Biden asumirá la presidencia en un momento en el que se observa una ralentización de la recuperación de la economía como consecuencia de las medidas restrictivas a las que obligó el rebrote del Covid, que ya se cobró 400.000 vidas en Estados Unidos.
En diciembre, por primera vez después de varios meses, se perdieron 140.000 empleos y las ventas minoristas volvieron a caer. Por eso, superar la situación sanitaria sigue siendo clave para normalizar el nivel de actividad.
nternacional Janet Yellen describió la audaz hoja de ruta de las Bidenomincs